Hoy en día tenemos muchas redes sociales a nuestro alcance; instagram, facebook, twitter, tik tok, whattsapp… Pero ¿somos conscientes de la realidad que hay detrás de estas redes sociales y cómo nos afectan?
Antes que nada piensa una cosa, ¿cuántas horas al día dedicas a estar en tus redes sociales? ¿Muchas, pocas? ¿Qué redes sociales utilizas con más frecuencia?
Sí, es cierto que las redes sociales también nos han dado una parte muy positiva y es el hecho de poder comunicarnos y relacionarnos al instante con nuestros amigxs, familiares e incluso conocer a gente nueva o gente que vive en la otra punta del mapa. Estamos constantemente conectados con el mundo.
Pero vayamos a hablar de la realidad que se esconde. Una de cada cuatro personas en todo el mundo tiene y utiliza alguna red social. El 91% de los jóvenes entre 15 y 24 años usa internet exclusivamente para entrar a las redes sociales y sumergirse en ellas. Esto está vinculado a tener mayores tasas de depresión, ansiedad, falta de autoestima y falta de sueño. Teniendo en cuenta que esta franja de edad es crucial e importantísima para el desarrollo total tanto emocional como psicosocial de la persona.
La Royal Society of Public Health realizó un estudio en el que se vió como las redes sociales son más adictivas que los cigarrillos y el alcohol, generando un profundo impacto en nuestra salud, principalmente en la salud mental.
Hay estudios dónde demuestran cuál es la red social que afecta directamente a nuestra salud mental de forma negativa y es Instagram. Esta red social cuenta con más de 100 millones de usuarios activos mensuales y es la red con más interacción después de Facebook, teniendo en cuenta que el 71% de los usuarios de Instagram tienen menos de 35 años.
Pero ¿qué sucede realmente con Instagram? En esta red social nuestra autoestima se puede ver muy baja, ya que tendemos a comparar las fotografías de las otras personas con nosotrxs mismxs. Vemos a todxs esxs “influencers” siguiendo el mismo patrón estético y teniendo éxito; esas fotos mostrando un cuerpo que sigue los estándares de belleza impuestos en la sociedad… Y automáticamente las comparamos con nuestro cuerpo y empezamos a ver los defectillos que ellxs no tienen; que si yo tengo barriga, no tengo el vientre plano, que si no soy alta, tengo unos kilos de más (o de menos)... (tanto a chicos como a chicas).
También tenemos niveles de ansiedad y depresión, a parte de nuestro cuerpo comparamos nuestra vida con la que enseñan los demás; porque sólo se enseñan las cosas bonitas, caras y que entran por los ojos. Y empezamos a sentirnos menos que los demás y ver que nuestra vida no es tan bonita como pensamos.
Ser un adolescente es ya bastante difícil, pero las presiones a las que se enfrentan los jóvenes conectados a las redes, son sin duda únicas para esta generación digital (FAROS Sant Joan de Déu)
Estas redes afectan tanto a la salud mental que si recordáis hace unos días vivimos a nivel mundial una caída de algunas redes sociales, entre ellas instagram, whatsapp y facebook. Y ¿por qué se habló tanto? Porque estamos constantemente conectados y a la que nos falta o nos quitan ésto, no sabemos que hacer, estamos acostumbrados a estar ocupados con el móvil y dejar de lado todas las cosas cotidianas y fuera del mundo de la pantalla.
Porque y vosotrxs, ¿cómo vivisteis el apagón durante más de 6 horas? Más de la mitad de las personas tuvieron episodios de ansiedad, desesperación e inquietud.
¿Y si tomamos las redes sociales desde otra perspectiva a nivel mundial? ¿Por qué no pueden ser un lugar dónde cada persona comparta lo que quiera sin ser juzgado o comparado con los demás? ¿Quién decide la gente “que vale y la que no” en las redes?
Pensemos un momento, pero sobre todo, formemos parte de un cambio a nivel mundial.
