Una vez finaliza el verano y es momento de regresar a la rutina, suele ser difícil reincorporarse a los viejos hábitos después de haber disfrutado de un reconfortante periodo de ocio y descanso, pero nos solemos acostumbrar sin mayores problemas.
Sin embargo, para algunos puede convertirse en un verdadero martirio llegando incluso a necesitar atención psicológica en casos graves.
¿Qué es la depresión postvacacional?
La depresión postvacacional es un síndrome que se caracteriza por un intenso decaimiento al reincorporarse al trabajo después de vacaciones. Los síntomas consisten principalmente en:
- Cansancio
- Dolor muscular
- Trastornos del sueño
- Alteraciones del apetito
- Tristeza
- Irritabilidad
- Dificultad para concentrarse
- Falta de motivación
Pero como mencionamos antes, por lo general se trata de un trastorno pasajero sin mayor importancia que puede durar de 2 a 3 días, aunque en algunos casos puede extenderse hasta 21 días hasta que el individuo logra volver a adaptarse a la “nueva realidad”.
Pero en ocasiones, este malestar persiste por mucho más tiempo, llegando a generar trastornos de ansiedad, depresión o incluso ambos a la vez. Y la enorme preocupación viene después que numerosos estudios indican que al menos el 30% de los trabajadores en España van a padecer síndrome de depresión postvacacional.
¿A qué se debe la aparición de este trastorno?
De acuerdo con Sonia González directora de Psyfeel psicólogos en Salamanca, existen varias razones por las que un individuo puede desarrollar síndrome postvacacional, siendo los siguientes los más comunes:
- Poca estimulación por parte del trabajo: en caso de que una persona no se encuentre a gusto con su empleo o su puesto, las probabilidades de desarrollar depresión postvacacional aumentan enormemente.
- Malas rutinas durante las vacaciones: también es frecuente que algunos desarreglos en nuestros hábitos normales puedan ocasionar este problema, como por ejemplo comer a destiempo, acostarse más tarde, levantarse más tarde, procrastinar un poco, etc. Hacer este tipo de cosas no es realmente malo alguna que otra vez, pero cuando se convierte en un estilo de vida, reincorporarse a la rutina de trabajo será un gran problema que podría ocasionar el desarrollo del síndrome.
- en ocasiones, si el ambiente laboral no es el idóneo o se sufre de menosprecios frecuentes, la discriminación y el acoso al que se ve sometido el trabajador puede afectar su desempeño en el trabajo de forma abrumadora.
Cómo evitar y superar la aparición de la depresión postvacacional
Por supuesto a todos nos gustan las vacaciones, y volver a la rutina no es algo para nada agradable, pero se trata de un sentimiento normal. Y para evitar que notemos el malestar o los síntomas típicos de este síndrome, podemos tomar ciertas recomendaciones para evitar que nos golpee o incluso salir de él.
- Vuelve de vacaciones algunos días antes: no se recomienda utilizar hasta el último día de vacaciones, aunque suene muy tentador, podría hacer que el regreso al entorno laboral sea más pesado.
- Vuelve al horario normal progresivamente: dormir más de la cuenta es uno de los grandes placeres de las vacaciones, pero implica que, al volver a trabajar, los horarios no cuadran. Por lo que un par de días antes de que finalicen las vacaciones, se recomienda intentar normalizar el horario poco a poco.
- Ten una vida más saludable: realizar ejercicio, por ejemplo, puede liberar el estrés y brindarnos un chute de motivación gracias a la descarga de serotonina que logra. Además, una alimentación balanceada nos mantendrá con las energías bien puestas.
- Comienza con pequeñas cosas: no intentes realizar todos los pendientes de una vez, por el contrario, plantéate metas muy pequeñas que progresivamente se hacen más difíciles e importantes, así, sin siquiera darte cuenta, volverás a estar al 100% de tus capacidades.
- Evita la cafeína: aunque podamos pensar que es una buena opción para mantenernos despiertos, la cafeína podría empeorar los síntomas de la ansiedad.
Estas son algunas estrategias que te ayudarán a lograr ese regreso de la mejor manera, así podrás disfrutar de tus vacaciones y ser un excelente empleado el resto del tiempo. Sin embargo, si después de realizar estos consejos te sigue costando un poco, no dudes en ir a un psicólogo; será tu mejor aliado.