Las personas con Trastorno de Personalidad Obsesivo-Compulsivo presentan una tendencia a preocuparse excesivamente por el orden y la eficiencia, son extremadamente perfeccionistas y rígidas tanto en sus ideas como emocionalmente.
En la sociedad actual, esta personalidad se refuerza sobre todo a nivel laboral, ya que son personas que priorizan el deber a expensas de la vida privada o emocional, del descanso o del ocio. Aparentemente serán los/las trabajadores perfectos/as, sin embargo, las consecuencias de esta rigidez y escasa gestión emocional habitualmente acaban por llegar en forma de síntomas psicológicos y físicos.
El perfil de persona obsesiva será el de una persona muy trabajadora, detallista con las tareas, quisquillosa con los defectos y con unas ideas y morales muy marcadas que defenderá a capa y espada. No siempre serán personas con éxito laboral, ya que caen en algunos círculos viciosos que pueden impedir precisamente lograr resultados a largo plazo o mantenerlos.
En lo íntimo puede ser complejo tener una relación de amistad o pareja, ya que precisamente las personas con estos rasgos de personalidad funcionan a expensas de sentimientos, emociones o de la espontaneidad.
¿Cuáles son las características del Trastorno de Personalidad Obsesivo?
En primer lugar, hay que recalcar que hablamos de un Trastorno de Personalidad diagnosticable, lo que significa que habrá personas que puedan tener algunos rasgos de personalidad más o menos obsesivas, sin ser un trastorno. Para que lo sea, estas características tienen que dificultar seriamente la vida cotidiana y provocar fuerte malestar. Algunas de las características son:
- Una preocupación extrema por los detalles, las normas, por hacer listas, mantener el orden y la organización o lo programado, incluso aunque implique desviarse totalmente de la actividad original ("¿Y si me olvido de hacer algo?").
- La búsqueda constante de la perfección puede impedir o interferir la finalización de la tarea ("Mejor hago esto de nuevo, para estar seguro/a de que está ").
- La dedicación al trabajo y la productividad son excesivas, dejando de lado el ocio, las amistades o el descanso, sin ser una cuestión de necesidad económica ("Tendría que hacer algo útil en lugar de leer, tengo muchas cosas pendientes”).
- Hay una vigilancia y conciencia excesivas de lo moral, una inflexibilidad en la ética o valores, es un todo o nada constante (“Si no has acabado algo no puedes irte, se debe terminar siempre”).
- Una incapacidad para tirar o regalar objetos, aunque estén deteriorados, no sean útiles ni tengan un valor sentimental (“No tiro la mesa por si acaso la necesito un día”).
- Hay una gran dificultad para delegar, y si se hace será a condición de que los demás cumplan los estándares y órdenes exactamente (“Mejor lo reviso por si acaso no lo ha hecho como debe”).
- Puede haber una fuerte avaricia, una tendencia a ahorrar y no gastar, sobre todo si se trata de diversión o caprichos, tanto consigo como con los demás (“Nunca se sabe lo que puede venir, gastar en eso no es necesario”).
- Por otra parte, en escasas ocasiones dejarán que su atención divague, parecen estar constantemente en alerta y concentrados/as, siendo siempre resolutivos/as y buscando los detalles más técnicos de las tareas. Esto implica que se molesten excesivamente por los cambios, las influencias o distracciones externas, y busquen siempre una solución absolutamente correcta.
- En el TOC-P el autocontrol es la prioridad, entendiéndolo como si fueran sus propios/as supervisores/as de resultados, sin tener en cuenta emociones, cansancio o permitiéndose errores, no hay un permiso sino una exigencia y presión.
- En cuanto a la forma de pensar, las palabras “Debo” o “Responsabilidad” están en casi toda la vida de la persona, de forma que la relajación o la improvisación provocan inseguridad. A menudo se referirán a lo que está bien o mal, según unas reglas morales o lógicas que se marcaron en sus experiencias pasadas, lo cual parece generar en éstas persona una sensación de seguridad y control.
¿Qué consecuencias tiene el Trastorno de Personalidad Obsesivo?
Normalmente la persona con TOC-P acabará por presentar algún tipo de ansiedad, si bien es cierto que, al vivir siempre bajo la exigencia y los imperativos, serán personas que estén acostumbradas a un nivel de ansiedad moderada pero constante, por lo que hasta que no se desbordan y los síntomas les bloquean no serán conscientes o les parecerá lo normal. Esta ansiedad es como un dolor de cabeza leve pero constante.
Las creencias tan inflexibles en lo perfecto, en la solución correcta y esa rigidez de moral e ideas lleva a las dudas excesivas, en muchas ocasiones se pospone la tarea o la finalización de ésta por esa sensación de “no ser lo suficientemente bueno”.
Al estar tan activos/as mentalmente, en alerta, rumiando o preocupados/as por esos “Debos” e “Y si…” se provoca en el cuerpo una tensión, lo que finalmente puede llevar a distintos problemas físicos (migrañas, acúfenos, contracturas, úlceras, estreñimiento…). Estos síntomas se interpretan por la persona como impedimentos para funcionar debidamente en la vida, por lo que provocarán más preocupación y más tensión, las cuales aumentarán a su vez los síntomas, provocando que se cierre un círculo vicioso que la persona vive con gran incomodidad.
En muchos casos también pueden aparecer rituales y obsesiones concretas, similares al Trastorno Obsesivo-Compulsivo, o incluso se puede diagnosticar este trastorno junto a la personalidad obsesiva, provocando mucho más malestar y dificultades.
Por último, las personas con este trastorno suelen llevar una vida con escasos momentos de disfrute, de ocio o de relajación, recibir y dar poco cariño y dedicar gran parte del tiempo a las obligaciones. Es por esto que otra de las consecuencias más visibles del TOC-P sea la depresión o distimia (un trastorno de ánimo menos grave que la depresión, pero con duración de años).