El mundo puede parecer cruel para las personas que no pueden imponerse. La asertividad a menudo falta cuando las personas carecen de confianza en sí mismas y tienen dificultades para expresarse. Afortunadamente, existen consejos para tener éxito en la afirmación, y te los mostraremos a continuación.
En este artículo encontrarás:
Encuentra la fuente de tu falta de asertividad
¿Tienes problemas para hacerte valer porque te falta confianza? ¿Te cuesta decir que no? Descubre por qué y de dónde proviene este comportamiento. Podría provenir de tu infancia o de tu experiencia como adulto, porque has estado bajo la influencia de personas tóxicas, por ejemplo. De todos modos, encontrar el origen de esta dificultad nos permite verlo un poco más claro.
Debes saber quién eres y qué quieres
Para poder afirmarte a ti mismo, debes conocerte a ti mismo. La autoafirmación requiere un mejor conocimiento de uno mismo, porque para poder expresarse es necesario saber identificar tus sentimientos, tus debilidades, tus fortalezas y tus límites.
Antes de afirmarte en una situación específica, primero debes saber lo que quieres y lo que necesitas, antes de poder expresarlo a los demás.
Habla claramente y usa el “yo”
Para ser escuchado, tienes que hablar. Ya sea en un conflicto, una reunión o un debate, no tengas miedo de tener claro tu punto de vista.
Pero sea cual sea el mensaje que quieras transmitir, se comprenderá mejor si lo transmites con firmeza, pero con suavidad. Hablas por ti mismo, no contra el otro. Si una situación no te conviene, involúcrate en la conversación utilizando el "yo" en lugar del "tú" acusatorio: "No me siento respetado" en lugar de "tu no me respetas", por ejemplo.
Habla de ti de forma positiva
Piensa bien antes de hablar de ti mismo: "qué idiota" o "soy incapaz de" son como malos hechizos que te lanzas a ti mismo. La asertividad implica reformular tus frases de forma positiva. Elige lo bueno en lugar de lo malo, por ejemplo, tus éxitos en lugar de tus fracasos.
Sal de tu zona de confort y arriesga
Si quieres aprender a hacer valer tus elecciones y tu personalidad, tendrás que tomar riesgos saliendo de tu zona de confort. Es una excelente manera de conocer tus propios límites, de liberar todo tu potencial y de sentirte capaz. Asumir riesgos también te permite poner tus fallos en perspectiva.
Estar preparado
A veces es difícil reafirmarse porque simplemente no se está lo suficientemente preparado. Este puede ser el caso en el trabajo, por ejemplo, o en cualquier situación en la que uno tenga que negociar o hablar en público. Cuanto más te prepares, cuanto más conozcas tu tema y tus argumentos, mejor podrás afirmarte.
Adapta tu postura
La autoafirmación también involucra tu físico, tu forma de sostenerte, tu mirada... Practica situarte firme, hombros levantados, cabeza en alto, apoyando la mirada de tu interlocutor, no estar inseguro y sonreír, porque tu actitud influye en tu pensamiento.
Atrévete a decir que no
Para ser asertivo, tienes que aprender a decir que no, lo cual es un ejercicio difícil para muchas personas.