¿Tener mascota nos hace realmente más felices según la ciencia?

La creencia popular de que las mascotas mejoran el bienestar psicológico no siempre está respaldada por la evidencia científica.

¿Tener mascota nos hace realmente más felices según la ciencia?
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Con frecuencia, las personas recurren a las mascotas para mejorar su estado de ánimo y encontrar compañía. Mejorar el bienestar y reducir la soledad son algunas de las razones más citadas para adoptar un compañero animal.

Sin embargo, a pesar de la creencia generalizada de que las mascotas aportan muchos beneficios a sus dueños, la investigación muestra que tener una mascota no es una panacea para reforzar el bienestar psicológico humano.

A pesar de esto, las mascotas a menudo se representan en las noticias y en las redes sociales como soluciones eficaces para reducir el estrés y la soledad, lo que refleja una creencia popular en sus beneficios para la salud. Esto puede llevar a las personas a adoptar mascotas sin considerar plenamente las responsabilidades y exigencias que implica, lo que puede tener consecuencias negativas tanto para ellos como para sus mascotas.

Como psicólogos sociales que estudian las relaciones entre humanos y mascotas, adoptamos un enfoque más matizado, examinando cuándo, cómo y para quién las mascotas pueden mejorar (o no) el bienestar.

La dualidad de las mascotas: beneficios percibidos vs. evidencia científica

Numerosos estudios han encontrado que los dueños de mascotas están menos ansiosos, solos y estresados en comparación con las personas que no tienen mascotas. Los dueños de mascotas también informan estar más satisfechos con su vida.

Estos estudios a menudo captan nuestra atención porque aprovechan algo que muchos de nosotros creemos: que nuestras mascotas son buenas para nosotros. Este tipo de investigación ofrece tranquilidad y valida el profundo vínculo que podemos sentir con nuestros compañeros animales. Pero sólo cuentan una cara de la historia.

Otros estudios no han encontrado una relación significativa entre la tenencia de mascotas y el bienestar humano. En otras palabras, las personas con mascotas no necesariamente reportan un mayor bienestar, ni tienen una mejor salud mental que aquellas sin mascotas.

¿Mascotas como fuente de estrés?

La investigación realizada en Canadá durante la pandemia de COVID-19 fue sorprendente: se descubrió que tener una mascota se asociaba generalmente con un menor bienestar y salud mental.

El estudio incluyó tanto a dueños de mascotas como a personas sin mascotas, con el objetivo de comparar los dos grupos en varios indicadores de bienestar durante la pandemia. Los dueños de mascotas reportaron un menor bienestar que las personas sin mascotas durante ese tiempo, incluyendo mayores niveles de soledad.

Estas inconsistencias entre los diferentes estudios muestran que la conexión entre tener una mascota y sentirse bien no es tan sencilla. El estudio indicó algunas de estas complejidades. Por ejemplo, en comparación con los dueños de otras mascotas, los dueños de perros reportaron un mayor bienestar.

La calidad del vínculo humano-animal

Para dar sentido a estos hallazgos mixtos, los investigadores han comenzado a observar más de cerca la naturaleza de la relación entre los dueños y sus mascotas. Este enfoque puede ayudarnos a comprender mejor los factores que influyen en si la tenencia de mascotas es beneficiosa para nuestro bienestar.

Al igual que nuestras relaciones con las personas, nuestro vínculo con las mascotas es complejo. Muchos aspectos de esta conexión pueden influir en cuánto nos beneficiamos de ella. No se trata solo de tener una mascota, sino de cómo nos vinculamos e interactuamos con ellas.

Por ejemplo, los dueños que experimentan ansiedad por estar lejos de sus mascotas o cuestionan el afecto de su mascota, lo que refleja un apego inseguro a una mascota, también reportan sentirse más deprimidos. Percibir a nuestras mascotas como menos comprensivas o más insensibles a nuestras necesidades también se asocia con mayores niveles de depresión, ansiedad y soledad.

En contraste, cuanto más sienten las personas que comparten características con sus mascotas (por ejemplo, lealtad, un amor mutuo por dormir), es más probable que reporten un mayor bienestar. Las mascotas también se perciben como viviendo en el presente, no deteniéndose en el pasado ni preocupándose por el futuro. Interactuar conscientemente con nuestros compañeros animales puede ayudarnos a concentrarnos en el momento presente también, lo que también promueve un mayor bienestar.

Responsabilidades y realidades de la tenencia de mascotas

Al nutrir los aspectos positivos de nuestras relaciones con las mascotas y trabajar a través de los más difíciles, podemos aliviar el estrés asociado con algunos de los desafíos de cuidarlas, incluyendo los recursos financieros requeridos o la ansiedad que sentimos cuando se enferman.

De hecho, la tenencia de mascotas conlleva responsabilidades y desafíos que no parecen discutirse tan a menudo como los beneficios. Estos aspectos más difíciles del cuidado de una mascota a veces pueden ser emocionalmente angustiantes e impactar negativamente en el bienestar psicológico de un dueño de mascota.

Tener mascotas, sin importar cuánto las amemos, requiere tiempo, energía y recursos financieros. Para algunos, especialmente durante la pandemia de COVID-19, esta responsabilidad puede representar una fuente adicional de estrés. En el estudio, la tenencia de mascotas se relacionó con un menor bienestar entre las mujeres y entre aquellos con dos o más hijos en casa: grupos que ya enfrentan mayores demandas de cuidado infantil y del hogar.

De manera similar, la tenencia de mascotas se asoció con un menor bienestar para las personas que estaban desempleadas o en formas de empleo menos estables (por ejemplo, estudiantes, amas de casa). Los recursos financieros limitados pueden haber hecho que el cuidado de las mascotas sea más desafiante.

Asimismo, tener que cuidar a un animal enfermo puede ser emocionalmente angustiante para los dueños. Los cuidadores de perros con enfermedades crónicas informan sentirse desesperanzados e impotentes, especialmente cuando no pueden ayudar a aliviar el sufrimiento de sus perros.

Otros factores, como los problemas de comportamiento de la mascota y el duelo experimentado después de perder una mascota, también pueden ser difíciles para los dueños. Para aquellos que contemplan la adopción, es importante tener en cuenta estas realidades para tomar una decisión informada.

Una adopción consciente: tiempo, recursos y expectativas realistas

Hay muchos factores importantes a considerar al dar la bienvenida a un nuevo compañero animal a nuestros hogares. Por encima de todo, debemos asegurarnos de tener el tiempo, la energía y los recursos para satisfacer sus necesidades.

Elegir una mascota cuidadosamente, basándose en lo que realísticamente podemos ofrecer y en información confiable sobre sus características y necesidades, nos brinda la mejor oportunidad de tener una relación positiva y exitosa.

Apoyar las necesidades de nuestras mascotas también puede mejorar nuestro propio bienestar como dueños, mostrando el potencial de relaciones interespecies mutuamente beneficiosas. Pero cuando esas necesidades no se satisfacen, tanto las mascotas como sus dueños pueden terminar sintiéndose estresados y mal.

Este artículo ha sido republicado de The Conversation bajo una licencia Creative Commons.

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