Ventajas de reemplazar el uso de las redes sociales con actividad física

Reducir el tiempo en redes sociales a cambio la de actividad física puede ayudar mejor tu salud mental.

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Si reduces el tiempo en redes sociales al menos en 30 minutos al día y la sustituyes por actividad física, puedes obtener a cambio una considerable mejoría en tu salud mental, según un reciente estudio realizado por un equipo del Centro de Investigación y Tratamiento de Salud Mental de la Ruhr-Universität Bochum dirigido por la profesora asistente Dra. Julia Brailovskaia y publicado en el Journal of Public Health.  

Los participantes que siguieron este consejo durante dos semanas se sintieron más felices, más satisfechos, menos estresados por la pandemia de COVID-19 y menos deprimidos que un grupo de control. Estos efectos duraron incluso seis meses después de que el estudio hubo concluido.

La desventaja de las redes sociales

En la época de confinamientos y restricciones de contacto a causa de la pandemia por Covid-19, las redes sociales tales como Instagram, TikTok, Facebook, Twitter y WhatsApp se aseguraron una importante cuota de mercada a cambio de que nos sintiéramos conectados con otras personas.

Nos distrajeron del estrés provocado por la pandemia, que causó que muchas personas experimentaran ansiedad, inseguridades y desesperanza. Pero el consumo de redes sociales también tiene sus inconvenientes.

El uso intensivo puede conducir a un comportamiento adictivo que se manifiesta, por ejemplo, en la vinculación afectiva con las redes sociales. Además, de la proliferación de las noticias falsas y las teorías de conspiración, las cuales pueden propagarse incontrolablemente por dichos  canales sociales y desencadenar aún más ansiedad.

"Dado que no sabiamos con certeza cuánto duraría la crisis del coronavirus, queríamos saber cómo proteger la salud mental de las personas con servicios que sean lo más gratuitos y de bajo umbral posible", explica la doctora Julia Brailovskaia. Para indagar si el tipo y la duración del uso de las redes sociales pueden contribuir a esto, realizó un estudio experimental como parte de su beca en el Centro de Estudios Avanzados de Internet (CAIS).

Un experimento de dos semanas

Ella y su equipo reclutaron a un total de 642 voluntarios, asignándolos al azar a uno de los cuatro grupos de aproximadamente el mismo tamaño. El primer grupo redujo el consumo diario de redes sociales en 30 minutos durante un período de intervención de dos semanas.

Dado que estudios anteriores habían demostrado que la actividad física puede aumentar el bienestar y reducir los síntomas depresivos, el segundo grupo aumentó la duración de la actividad física en 30 minutos diarios durante este período, mientras continuaba utilizando las redes sociales como de costumbre.

El tercer grupo combinó ambos, reduciendo el uso de las redes sociales y aumentando la actividad física. Un grupo de control no cambió el comportamiento durante la fase de intervención.

Antes, durante y luego de seis meses después de la fase de intervención de dos semanas, los participantes respondieron a encuestas en línea sobre la duración, intensidad y significado emocional de su uso de las redes sociales, la actividad física, su satisfacción con la vida, su sentimiento subjetivo de felicidad, los síntomas depresivos, la carga psicológica de la pandemia de Covid-19 y su consumo de cigarrillos.

Saludable y feliz en la era de la digitalización

Los hallazgos revelaron claramente que tanto la reducción de la cantidad de tiempo que se pasa en las redes sociales cada día como el aumento de la actividad física tienen un impacto positivo en el bienestar de las personas.

Además, particularmente la combinación de las dos intervenciones aumenta la satisfacción con la vida y la sensación subjetiva de felicidad y reduce los síntomas depresivos.

Los efectos perduraron incluso seis meses después de que la fase de intervención de dos semanas había concluido, los participantes en los tres grupos de intervención pasaron menos tiempo en las redes sociales que antes: es decir, aproximadamente media hora en los grupos que habían reducido el tiempo de las redes sociales o aumentado su ejercicio diario, y aproximadamente tres cuartos de hora en el grupo que había combinado ambas medidas.

Seis meses después de la intervención, el grupo de combinación realizó una hora y 39 minutos más cada semana en actividad física que antes del experimento. La influencia positiva en la salud mental continuó durante todo el período de seguimiento.

"Esto nos muestra lo vital que es reducir nuestra disponibilidad en línea de vez en cuando y volver a nuestras raíces humanas", concluye la doctora Julia Brailovskaia. "Estas medidas se pueden implementar fácilmente en la vida cotidiana y son completamente gratuitas y, al mismo tiempo, nos ayudan a mantenernos felices y saludables en la era digital".


Referencia:

Este artículo se reproduce según Nota de prensa de Ruhr-Universität Bochum.

Julia Brailovskaia, Verena J. Swarlik, Georg A. Grethe, Holger Schillack, Jürgen Margraf. Experimental longitudinal evidence for causal role of social media use and physical activity in COVID-19 burden and mental healthJournal of Public Health, 2022; DOI: 10.1007/s10389-022-01751-x