¿Influye el tipo de juego infantil en las habilidades espaciales adolescentes?

Los juegos típicamente masculinos años se asocian con un mejor rendimiento en rotación mental en la adolescencia, clave para el desarrollo cognitivo.

¿Influye el tipo de juego infantil en las habilidades espaciales adolescentes?
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Un análisis de los datos del Estudio Longitudinal Avon de Padres e Hijos (ALSPAC, por sus siglas en inglés) reveló que los niños con patrones de juego típicamente masculinos a los 3.5 años tienden a desempeñarse mejor en una tarea de rotación mental a los 13 años, independientemente de su sexo. La tarea de rotación mental es un indicador de las habilidades de visualización espacial. Esta investigación fue publicada en Archives of Sexual Behavior.

La rotación mental y su importancia cognitiva

La capacidad de rotación mental se refiere a la precisión y rapidez con la que una persona puede imaginar y juzgar objetos rotados en el espacio. Es un importante indicador de la habilidad espacial, un componente fundamental de la cognición humana. Un alto rendimiento implica que la persona puede identificar rápida y correctamente si los objetos son iguales o diferentes cuando se muestran desde diferentes ángulos (es decir, rotados); un bajo rendimiento implica tiempos de reacción más lentos o más errores.

La habilidad de rotación mental es crucial para actividades como la lectura de mapas, la navegación, el diseño de ingeniería, la imagenología médica y los deportes que requieren razonamiento espacial. Adicionalmente, el rendimiento en rotación mental se ha utilizado en entrenamiento cognitivo, pruebas de aptitud e investigación en neurociencia para comprender cómo el cerebro procesa la información espacial.

Consistentemente, las investigaciones demuestran que, en promedio, los hombres tienden a superar a las mujeres en las tareas de rotación mental, especialmente cuando se requieren grandes rotaciones angulares. Estas diferencias tienden a ser de tamaño moderado a grande y se han vinculado tanto a factores biológicos (como las influencias hormonales) como a experiencias socioculturales (como una mayor exposición a juegos o entrenamientos espacialmente exigentes para los hombres).

Juegos infantiles y su vínculo con el desarrollo espacial

Karson T. F. Kung y Melissa Hines, autores del estudio, quisieron investigar si el comportamiento de juego en la primera infancia está asociado con el rendimiento en rotación mental en la adolescencia. Plantearon la hipótesis de que los niños con estilos de juego masculinos a los 3.5 años tendrían un mejor rendimiento en rotación mental como adolescentes de 13 años en comparación con los niños con estilos de juego femeninos. También plantearon la hipótesis de que los niños “de control” seleccionados al azar tendrían un mejor desempeño que los niños con estilos de juego femeninos.

Los autores analizaron datos del Estudio Longitudinal Avon de Padres e Hijos (ALSPAC). ALSPAC es un estudio longitudinal en el Reino Unido que inscribió a más de 14,000 madres y sus hijos. Se reclutaron mujeres embarazadas que vivían dentro de Avon en el suroeste de Inglaterra con fechas de parto previstas entre abril de 1991 y el 31 de diciembre de 1992.

El análisis final se basó en datos de los niños que participaron en el seguimiento a los 13 años. Esta muestra constaba de:

  • 66 niños con comportamientos masculinos.
  • 59 niñas con comportamientos masculinos.
  • 81 niños con comportamientos femeninos.
  • 68 niñas con comportamientos femeninos.
  • 55 niños del grupo de control.
  • 67 niñas del grupo de control.

Esto representa aproximadamente el 60% del grupo inicial seleccionado para el seguimiento en función de su comportamiento de juego preescolar.

Cuando estos niños tenían 3.5 años, sus padres completaron una evaluación de su comportamiento de juego (el Inventario de Actividades Preescolares), lo que permitió a los autores del estudio clasificar a los niños en grupos masculinos, femeninos y de control. Diez años después, cuando los participantes tenían 13 años, completaron la subescala de relaciones espaciales de la Prueba de Habilidades Mentales Primarias. Esto permitió a los autores del estudio evaluar sus habilidades de rotación mental.

La influencia del juego en la rotación mental

Los resultados mostraron que los niños con comportamientos masculinos obtuvieron puntajes significativamente más altos en la tarea de rotación mental que los niños con comportamientos femeninos. Esta asociación no se vio afectada por el sexo del niño e incluso se mantuvo después de que los investigadores controlaron los antecedentes sociodemográficos, el rendimiento académico y otras características preescolares como el vocabulario y las habilidades motoras finas.

El comportamiento de juego típico del sexo en el período preescolar está relacionado con el rendimiento de rotación mental 10 años después en la adolescencia. El comportamiento de juego típico del sexo preescolar puede tener implicaciones a largo plazo para el desarrollo de habilidades espaciales más allá de la infancia”.

Consideraciones sobre la causalidad

El estudio arroja luz sobre los vínculos entre el comportamiento de juego en la infancia y las habilidades de rotación mental en la adolescencia. Sin embargo, aunque el estudio es longitudinal, su diseño no permite derivar ninguna inferencia causal de los resultados. Si bien es posible que el juego masculino temprano apoye el desarrollo de las habilidades de rotación mental, también es posible que los niños que inicialmente tenían mejores habilidades de rotación mental prefieran el juego masculino.

Fuentes y recursos de información

Kung, K. & Hines, M. (2025). A 10-Year Longitudinal Relationship Between Preschool Sex-Typical Play Behavior at Age 3.5 Years and Mental Rotation Performance in Adolescence at Age 13 Years. Archives of Sexual Behavior, 54, (6), 2057-2068. DOI: 10.1007/s10508-025-03188-1