El Impacto positivo de la vegetación residencial en la prevención de la Depresión y la Ansiedad

Un estudio longitudinal revela que vivir en áreas con mayor vegetación está relacionada con un menor riesgo de depresión y ansiedad, posiblemente debido a la mejoría de la calidad del aire.

Por: Redacción

Una vista aérea de un barrio residencial
Foto de Eslam Tawakol en Pixabay

Un estudio publicado en Nature Mental Health revela una importante asociación entre la exposición prolongada a espacios verdes residenciales y una disminución del riesgo de desarrollar depresión y ansiedad. Esta investigación destaca la creciente preocupación por la salud mental a nivel mundial, donde estos trastornos se han consolidado como problemas de salud pública significativos.

Si bien se conocen diversos factores genéticos y ambientales que contribuyen a los trastornos mentales, investigaciones emergentes exploran los potenciales beneficios para la salud mental de la exposición a entornos naturales, incluyendo el acceso a espacios verdes en las zonas residenciales.

El Vínculo entre Espacios Verdes y la Salud Mental

Jianing Wang y su equipo se propusieron determinar si la exposición a largo plazo a la vegetación en los vecindarios podía reducir el riesgo de desarrollar depresión y ansiedad. Estudios previos habían arrojado resultados inconsistentes, algunos sugerían un efecto protector de los espacios verdes mientras que otros no encontraron asociación alguna.

Muchos de estos estudios eran transversales, limitando su capacidad para establecer relaciones causales. El trabajo de Wang y sus colegas aborda estas limitaciones mediante un enfoque longitudinal, utilizando una muestra de más de 400.000 participantes y explorando posibles factores mediadores como la contaminación del aire.

Los investigadores utilizaron datos del UK Biobank, una cohorte a gran escala de más de medio millón de adultos de entre 40 y 69 años de todo el Reino Unido. Se excluyeron participantes con depresión o ansiedad preexistentes, antecedentes familiares de depresión grave, y aquellos con datos faltantes sobre la exposición a espacios verdes, resultando en una muestra final de 409.556 participantes. Se recopilaron datos sociodemográficos y de estilo de vida, incluyendo información sobre edad, sexo, educación, ingresos, actividad física y ubicación residencial (urbana o rural), para controlar posibles factores de confusión.

La exposición a la vegetación se midió utilizando el índice de vegetación de diferencia normalizada (NDVI), que capta la densidad de vegetación a partir de imágenes satelitales. Los valores del NDVI se calcularon para zonas de amortiguamiento de 300 m, 500 m, 1000 m y 1500 m alrededor de la residencia de cada participante, permitiendo análisis a diferentes distancias del hogar.

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El estudio siguió la evolución de la salud mental de los participantes durante un periodo de seguimiento mediano de 11.9 años, identificando nuevos casos de depresión y ansiedad a través de registros de atención primaria, ingresos hospitalarios, registros de defunción y diagnósticos médicos autodeclarados.

La Vegetación como Factor Protector

Durante el periodo de seguimiento, se identificaron 14.309 casos de depresión y 16.692 casos de ansiedad. La mayor exposición a la vegetación residencial se asoció con un menor riesgo de desarrollar ambos trastornos. Específicamente, los individuos en el cuartil más alto de NDVI dentro de una zona de amortiguamiento de 300 m tuvieron un 16% menos de riesgo de depresión y un 14% menos de riesgo de ansiedad en comparación con aquellos en el cuartil más bajo. Se observaron tendencias similares para las zonas de amortiguamiento de 500 m, 1000 m y 1500 m, con asociaciones protectoras consistentes entre la exposición a la vegetación y la salud mental, particularmente en áreas con mayor densidad de vegetación.

El Rol de la Calidad del Aire y el Estilo de Vida

Los investigadores investigaron los posibles mediadores de esta relación y encontraron que la reducción de la contaminación del aire jugó un papel significativo. Por ejemplo, más del 50% de la asociación entre la vegetación dentro de un radio de 300 m y la reducción del riesgo de depresión fue mediada por menores niveles de PM2.5, indicando que el aire más limpio en áreas más verdes contribuye significativamente a los beneficios para la salud mental.

NO2 y otros contaminantes del aire también actuaron como mediadores, aunque en menor medida. Además de la calidad del aire, ciertos factores del estilo de vida, incluyendo la duración del sueño, la actividad al aire libre en invierno y la interacción social, tuvieron efectos de mediación menores pero significativos, sugiriendo que la vegetación puede mejorar indirectamente la salud mental al fomentar un estilo de vida más saludable.

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Conclusiones

Estos hallazgos respaldan una relación multifacética entre la vegetación y la salud mental, enfatizando los beneficios ambientales directos y los beneficios indirectos en el estilo de vida que proporcionan los espacios verdes. Los autores señalan que, si bien el NDVI ofrece una evaluación cuantitativa de la vegetación, no captura la calidad o la usabilidad de los espacios verdes, lo que podría limitar los hallazgos del estudio.

Fuentes y recursos de información

Wang, J., Ma, Y., Tang, L., Li, D., Xie, J., Hu, Y., & Tian, Y. (2024). Long-term exposure to residential greenness and decreased risk of depression and anxiety. Nature Mental Health2(5), 525–534. DOI: 10.1038/s44220-024-00227-z


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