¿Puede la exposición a la luz ayudar a los adolescentes a dormir más temprano?

Investigadores brasileños encontraron una correlación entre mayor exposición a la luz y un horario de sueño más regular.

¿Puede la exposición a la luz ayudar a los adolescentes a dormir más temprano?
Imagen de © Depositphotos.

Un estudio realizado con un pequeño grupo de adolescentes encontró una asociación entre sus patrones de sueño y su exposición a la luz durante el día. Los adolescentes expuestos a más luz durante el día tendieron a acostarse y a despertarse un poco más temprano a la mañana siguiente. El artículo fue publicado en el Journal of Sleep Research.

El sueño como proceso biológico esencial

El sueño es un proceso biológico natural y esencial que permite que el cuerpo y el cerebro descansen y se recuperen. Consiste en diferentes etapas, incluyendo el sueño profundo y el sueño REM, que contribuyen a diversos aspectos del bienestar físico y mental. El sueño es importante para la salud física, ya que es un momento en el que el cuerpo repara tejidos, regula el metabolismo y fortalece el sistema inmunológico. También juega un papel crucial en la función cerebral, apoyando la consolidación de la memoria, la regulación emocional y el rendimiento cognitivo.

Un sueño deficiente puede provocar problemas como dificultad para concentrarse, trastornos del estado de ánimo y una respuesta inmunitaria debilitada. La privación crónica del sueño aumenta el riesgo de padecer enfermedades graves, como enfermedades cardíacas, diabetes y obesidad.

El cerebro regula el comportamiento del sueño a través de una combinación de procesos en los que la necesidad de sueño se acumula durante el día y se disipa durante el sueño. Este proceso está controlado por un mecanismo de temporización interno que crea el ritmo circadiano del cuerpo. La actividad corporal y diversos factores externos también pueden afectar los patrones de sueño y la calidad del sueño.

Luz diurna y patrones de sueño en adolescentes

La autora del estudio, Luísa da Costa Lopes, y sus colegas, se propusieron explorar la asociación entre la exposición a la luz durante el día y el sueño posterior en estudiantes de secundaria. También buscaron examinar los patrones de sueño y exposición a la luz de los estudiantes de la misma escuela y las diferencias en esos patrones entre los días escolares y los días libres.

Los participantes del estudio fueron 35 estudiantes brasileños de secundaria de São Paulo, con edades comprendidas entre los 15 y los 17 años. El 69% eran niñas. Los investigadores los invitaron a participar en el estudio después de una presentación oral.

Los datos se recopilaron entre el 14 de septiembre y el 8 de octubre de 2021, durante una época del año en la que la luz del día dura entre 12 y 13 horas en esta región de Brasil. El sol sale un poco antes de las 6:00 a.m. y se pone alrededor de las 6:00 p.m. Durante este período, los participantes del estudio llevaron actigrafos en sus muñecas que registraron su movimiento (y por lo tanto su sueño) y su exposición a la luz. Los investigadores calcularon los niveles de exposición a la luz en cuatro períodos del día. Todos los datos se extrajeron de los registros del actigrafo.

La asociación entre luz y sueño

Los resultados mostraron que, en promedio, los estudiantes estaban más expuestos a la luz entre las 6:00 y las 9:00 a.m. en los días escolares que en los días libres. Por el contrario, estuvieron más expuestos a la luz entre las 3:00 y las 6:00 p.m. en los días libres que en los días escolares. En los días libres, los participantes se fueron a dormir más tarde que en los días escolares, pero durmieron más tiempo.

La intensidad de la exposición a la luz se asoció con las características del sueño. En los días en que los estudiantes estuvieron expuestos a más luz, tendieron a dormirse y a despertarse más temprano a la mañana siguiente. Por cada 100 lux adicionales (una medida del brillo de la luz) a los que estuvieron expuestos durante el día, los participantes se quedaron dormidos unos ocho minutos antes y se despertaron unos siete minutos antes de lo habitual. La asociación fue aún más fuerte con la exposición a la luz en la primera parte del día. Sin embargo, el aumento de la exposición a la luz durante los intervalos nocturnos se asoció con dormirse más tarde de lo habitual.

Las conclusiones de los autores del estudio fueron las siguientes:

  1. El tiempo medio de sueño de la muestra fue insuficiente, incluso en los días libres;
  2. Una mayor exposición diaria a la luz, en todos los intervalos analizados, se asoció con un inicio más temprano de los episodios de sueño posteriores, y se observó el mismo efecto con un aumento de los minutos expuestos a luz intensa;
  3. Una mayor exposición a la luz durante la primera parte del día afectó el momento de despertarse.

El estudio contribuye a la comprensión científica de los patrones de sueño-vigilia de los adolescentes. Sin embargo, cabe señalar que el diseño del estudio no permite extraer inferencias causales de los resultados. Es totalmente posible que los cambios observados en los patrones de sueño no estén impulsados por la exposición a la luz en sí, sino por las actividades en las que participan los estudiantes, que influyen en la cantidad de luz que reciben.

Fuentes y recursos de información

da Costa Lopes, L., Ribeiro da Silva Vallim, J., Tufik, S., Louzada, F., & D'Almeida, V. (2024). Associations between real‐life light exposure patterns and sleep behaviour in adolescents. Journal of Sleep Research. DOI: 10.1111/jsr.14315