Nuevas investigaciones demuestran que la exposición prenatal al cannabis puede afectar negativamente las habilidades cognitivas y conductuales de los niños, incluyendo el control de impulsos, la atención y la agresividad. Estas capacidades son fundamentales para el éxito académico y social.
Un estudio realizado con niños en edad preescolar expuestos al cannabis antes del nacimiento reveló un menor control sobre los impulsos y las emociones. Estos resultados coinciden con estudios previos y se producen en un contexto de aumento de la potencia del cannabis a lo largo de los años, lo que intensifica las preocupaciones sobre su consumo durante el embarazo.
Impacto en las funciones ejecutivas y el comportamiento agresivo
Los expertos recomiendan a las mujeres embarazadas abstenerse del consumo de cannabis y buscar asesoramiento médico para encontrar alternativas más seguras para controlar los síntomas del embarazo. Organizaciones importantes de pediatría y obstetricia aconsejan contra el uso de cannabis durante el embarazo debido a los riesgos potenciales para la salud tanto de la madre como del niño.
Algunos puntos clave a destacar son:
- La exposición prenatal al cannabis afecta el control de impulsos, la atención y la agresividad.
- El aumento de la potencia del cannabis en la actualidad puede incrementar los riesgos en comparación con décadas pasadas.
- Se recomiendan alternativas más seguras para controlar los síntomas relacionados con el embarazo.
Investigadores del Nationwide Children's Hospital aportan nuevos datos que refuerzan la evidencia existente sobre el impacto negativo de la exposición al cannabis antes del nacimiento en los niños. Los resultados del estudio, publicado en JAMA Pediatrics, muestran que los niños expuestos al cannabis presentaron mayores dificultades para controlar sus impulsos, prestar atención y planificar, además de exhibir un comportamiento más agresivo en un entorno de laboratorio diseñado para observar su comportamiento durante el juego.
La Dra. Sarah Keim, investigadora principal del estudio, destaca que, a pesar de ser un producto natural, el cannabis conlleva numerosos riesgos durante el embarazo. Muchas mujeres recurren al cannabis para aliviar síntomas comunes como náuseas, problemas del sueño y estrés. Sin embargo, la Dra. Keim enfatiza la importancia de consultar con un profesional de la salud para encontrar opciones más seguras.
El estudio empleó diversas metodologías de evaluación, incluyendo encuestas a los padres sobre el comportamiento habitual de sus hijos y mediciones directas de habilidades relacionadas con el control de impulsos, la atención, la resolución de problemas y la gestión de emociones en niños en edad preescolar. Los resultados confirmaron que los niños expuestos al cannabis mostraron dificultades significativas en estas áreas.
La Dra. Keim señala que los hallazgos no son sorprendentes, ya que confirman y amplían la evidencia de investigaciones anteriores. Sin embargo, la mayor potencia del cannabis en la actualidad, junto con una muestra más amplia y diversa de mujeres y niños, valida las investigaciones previas y respalda las recomendaciones clínicas existentes.
La Academia Estadounidense de Pediatría y el Colegio Estadounidense de Obstetras y Ginecólogos advierten contra el uso de cannabis durante el embarazo debido a los posibles riesgos para la salud de las madres y los niños.
Conclusiones
Eeste estudio, realizado en un contexto de aumento del consumo de cannabis, evidencia las consecuencias negativas de la exposición prenatal al cannabis en aspectos clave de las funciones ejecutivas y el comportamiento infantil, aspectos relevantes para el éxito académico y la adaptación social.
Estos resultados pueden ser útiles para afinar las recomendaciones clínicas sobre el consumo de cannabis durante el embarazo. Se subraya una vez más la importancia de la consulta con profesionales de la salud para asegurar un embarazo saludable.
Fuentes y recursos de información
Keim, S. A., et al. (2024). Prenatal Cannabis Exposure and Executive Function and Aggressive Behavior at Age 5 Years. JAMA Pediatrics. DOI: 10.1001/jamapediatrics.2024.4352
