Un análisis de datos provenientes del China Family Panel Study de 2020 reveló que la curiosidad en la infancia se asociaba con la depresión en la edad adulta. Específicamente, aquellos individuos que recordaban ser curiosos de niños tendían a reportar, en promedio, una menor cantidad de síntomas depresivos. El estudio también descubrió que esta relación podría explicarse, en parte, por la confianza futura, un componente del optimismo. El artículo fue publicado en el Journal of Psychiatric Research.
La depresión es un trastorno de salud mental común, caracterizado por sentimientos persistentes de tristeza, desesperanza y una pérdida de interés o placer en las actividades diarias. Además, puede manifestarse a través de síntomas físicos como fatiga, cambios en el sueño o el apetito, y dificultad para concentrarse.
El rol protector de la curiosidad
Aunque las causas de la depresión no se comprenden completamente, las investigaciones han identificado diversos factores contribuyentes, incluyendo influencias tanto genéticas como ambientales. En particular, ciertas características psicológicas parecen ofrecer una protección contra la depresión y la ansiedad. Una de estas características es la curiosidad, que juega un papel fundamental en la adquisición de conocimiento, el desarrollo de habilidades y las relaciones sociales.
Los estudios sugieren que la curiosidad en la infancia fomenta la flexibilidad psicológica y cognitiva, cualidades que pueden ayudar a los individuos a mantener un pensamiento positivo al enfrentarse a situaciones complejas o estresantes en la edad adulta.
Chengbin Zheng y sus colegas se propusieron explorar la conexión entre la curiosidad infantil y la depresión en la adultez, para lo cual analizaron datos de la ola de 2020 del China Family Panel Study.
El China Family Panel Study es una encuesta longitudinal, representativa a nivel nacional, diseñada para capturar los cambios en la sociedad china, incluyendo variaciones en salud, educación, población y condiciones económicas. Es uno de los estudios sociales más extensos y completos de China. El proyecto inició en 2010 y ha realizado cinco encuestas de seguimiento bianuales. Los datos utilizados en este estudio provienen de la quinta ola, completada en 2020, e incluyeron respuestas de 17.162 participantes con datos válidos.
Los investigadores evaluaron la curiosidad infantil auto-reportada por los participantes utilizando la siguiente afirmación: "A los 14 años, era curioso y explorador, y disfrutaba de nuevas experiencias." También midieron la confianza futura preguntando: "¿Cómo calificaría su confianza en el futuro?" El estatus social subjetivo se evaluó con la pregunta: "¿Cómo calificaría su estatus social en su área local?" Los síntomas de depresión se midieron utilizando la versión de 8 ítems de la Center for Epidemiologic Studies Depression Scale (CES-D-8), una herramienta de detección ampliamente utilizada.
Curiosidad infantil y confianza futura
Los resultados indicaron que los participantes que recordaban mayores niveles de curiosidad a los 14 años tendían a reportar niveles ligeramente más bajos de síntomas depresivos en la adultez. Además, los individuos que expresaron mayor confianza sobre el futuro – definida como la creencia de que el futuro traerá resultados positivos – reportaron menos síntomas de depresión.
Los investigadores probaron un modelo estadístico que sugiere que la curiosidad infantil conduce a una mayor confianza en el futuro, lo cual, a su vez, disminuye el riesgo de depresión. Su análisis respaldó este modelo, particularmente para las mujeres.
"La curiosidad infantil se asoció negativamente con la depresión en la adultez. Para los hombres, la confianza futura medió parcialmente la relación entre la curiosidad infantil y la depresión en la adultez; mientras que para las mujeres, la confianza futura tuvo un efecto de mediación completa en la relación entre la curiosidad infantil y la depresión en la adultez", concluyeron los autores del estudio.
Curiosidad y la depresión
El estudio arroja luz sobre las conexiones entre la curiosidad infantil y la depresión. Sin embargo, debe tenerse en cuenta que la asociación entre la curiosidad infantil y la depresión reportada en el estudio es muy débil, casi insignificante en fuerza y sólo detectable porque el número de participantes del estudio era muy grande. Adicionalmente, la evaluación de la curiosidad infantil se basó en adultos que recordaban su nivel de curiosidad cuando eran niños. Esto deja espacio para que el sesgo de recuerdo haya afectado los resultados.
Fuentes y recursos de información
Zheng, C., Liang, L., Yuan, T., Fei, J., Zhao, X., Wang, H., Gao, J., Liu, X., & Mei, S. (2025). Does childhood curiosity influence depression in adulthood?. Journal of Psychiatric Research, 183, 79-85. DOI: 10.1016/j.jpsychires.2025.02.003









