El fin de las relaciones románticas sigue un patrón en dos etapas

Investigadores encontraron un patrón de declive típico en dos fases que podría ayudar a identificar cuándo las relaciones se dirigen a una ruptura.

El fin de las relaciones románticas sigue un patrón en dos etapas
Imagen de © Depositphotos.

Muchas personas han experimentado o presenciado el lento desvanecimiento de una relación romántica. A menudo, el final no llega de repente, sino que parece gestarse durante un tiempo. ¿Pero existe un patrón predecible en cómo se desmorona la satisfacción en una pareja antes de una ruptura?

Esta es una pregunta central en la psicología de las relaciones, y una reciente investigación ha arrojado luz sobre este complejo proceso. Un estudio dirigido por Janina Larissa Bühler y Ulrich Orth, y publicado en el Journal of Personality and Social Psychology, revela un patrón de declive de la satisfacción con la relación en dos fases distintas.

Los hallazgos sugieren que la satisfacción en la pareja tiende a disminuir gradualmente durante varios años, seguida de una caída mucho más pronunciada y rápida aproximadamente entre uno y dos años antes de que la relación termine. Este descubrimiento, que ha sido consistente en amplias muestras de datos de miles de individuos, indica que el "desmoronamiento" de una relación a menudo comienza mucho antes de la decisión final de separarse.

¿Cuándo empieza realmente a deteriorarse una relación?

Bühler y Orth se centraron en comprender mejor cómo cambian las relaciones románticas a lo largo del tiempo; en específico, qué sucede en el período previo a una ruptura. Si bien investigaciones anteriores han examinado cómo la satisfacción en la relación tiende a disminuir en los primeros años de una pareja, generalmente se han centrado en el tiempo transcurrido desde que comenzó la relación.

En este estudio, los investigadores plantearon una pregunta diferente: ¿Qué sucede cuando observamos la satisfacción basándonos en lo cerca que está una pareja de terminar las cosas? Su idea se inspiró en investigaciones sobre el envejecimiento, que han demostrado que el bienestar a menudo disminuye drásticamente en los años justo antes de la muerte; un patrón denominado "declive terminal". El equipo aplicó este concepto a las relaciones románticas, preguntándose si algo similar podría ocurrir en los años previos a una separación.

Para explorar esta idea, Bühler y Orth analizaron datos de cuatro estudios longitudinales a gran escala y representativos a nivel nacional realizados en Alemania, Australia, el Reino Unido y los Países Bajos. Estos estudios siguieron a miles de individuos durante muchos años, recopilando información anual sobre sus vidas románticas, incluyendo su satisfacción con sus relaciones y si se habían separado de una pareja. En total, el estudio analizó datos de más de 15,000 individuos que experimentaron una ruptura y los comparó con un grupo similar de individuos que permanecieron en sus relaciones.

Para garantizar que sus comparaciones fueran justas, los investigadores utilizaron una técnica estadística llamada "propensity score matching". Este método les ayudó a tener en cuenta las diferencias preexistentes entre las personas que eventualmente se separaron y las que no, como la edad, los rasgos de personalidad, los ingresos, el nivel educativo y la satisfacción inicial con la relación. Esto les permitió atribuir con mayor confianza cualquier cambio observado en la satisfacción al proceso de separación, en lugar de a otros factores.

Las claves del tiempo hasta la separación

El enfoque principal del análisis fue examinar cómo cambiaba la satisfacción en relación con el momento de una ruptura. En lugar de observar cómo cambiaba la satisfacción a lo largo de la duración total de una relación, se centraron en la cantidad de años previos a la separación; una medida que denominaron "tiempo hasta la separación". Cuando representaron gráficamente estos datos, encontraron un patrón claro y consistente: la satisfacción disminuyó en dos fases distintas. Primero se produjo una caída lenta y gradual, que duró varios años. Luego vino una caída más pronunciada que comenzó aproximadamente entre siete meses y dos años antes de que terminara la relación. Esta segunda fase, que los investigadores etiquetaron como la "fase terminal", marcó un período de rápido deterioro.

Los hallazgos de Bühler y Orth sugieren que muchas relaciones comienzan a desmoronarse mucho antes de que una pareja termine oficialmente las cosas. Los investigadores también compararon este patrón con los cambios en la satisfacción con la vida. Si bien la satisfacción general con la vida de las personas tendía a disminuir antes de una ruptura, el cambio fue mucho menor y menos consistente que lo que vieron en la satisfacción con la relación. Esto apoya la idea de que el declive terminal es más específico de la relación en sí que una caída general en el bienestar.

Curiosamente, cuando los investigadores compararon este enfoque con el método más tradicional de observar el tiempo transcurrido desde que comenzó la relación, descubrieron que el tiempo hasta la separación era un predictor mucho mejor de los cambios en la satisfacción. En otras palabras, saber cuán cerca está una pareja de romper ofrece más información sobre su disminución de la satisfacción con la relación que saber cuánto tiempo han estado juntos.

¿Quién rompe a quién?

El estudio de Bühler y Orth también exploró algunas diferencias clave entre las personas que iniciaron la ruptura y las que estaban en el lado receptor. En uno de los conjuntos de datos, los individuos que iniciaron la separación mostraron signos de insatisfacción antes, comenzando su declive terminal más de un año antes de la ruptura. Aquellos que fueron abandonados por su pareja, por otro lado, a menudo no mostraron una fuerte caída en la satisfacción hasta mucho más cerca del final; a veces solo unos pocos meses antes. Pero una vez que su satisfacción comenzó a disminuir, lo hizo más rápidamente que para los iniciadores.

Bühler y Orth también analizaron si otros factores, como la edad, el género, el estado civil y la experiencia previa en relaciones, influyeron en la forma en que cambió la satisfacción. Descubrieron que la edad al momento de la separación y el estado civil a veces influían en los patrones de declive, aunque los resultados fueron mixtos en diferentes estudios. Por ejemplo, en algunos casos, estar casado parecía amortiguar un fuerte declive terminal, mientras que en otros parecía hacer que el declive fuera más pronunciado. El género y la experiencia previa en relaciones no afectaron consistentemente los resultados.

Estos hallazgos sugieren que, si bien muchas parejas experimentan una lenta erosión en la satisfacción con el tiempo, el cambio hacia una ruptura inevitable a menudo se acelera significativamente en el último año o dos. Este período de rápido declive puede reflejar un conflicto creciente, un desapego emocional o la constatación de que los esfuerzos por arreglar la relación ya no funcionan.

A pesar de que el estudio fue exhaustivo, tenía algunas limitaciones. Los cuatro conjuntos de datos provenían de países occidentales, por lo que los hallazgos pueden no aplicarse de la misma manera en otros contextos culturales donde las normas en torno al matrimonio, el divorcio y las relaciones a largo plazo difieren. Además, si bien los datos cubrieron largos períodos de tiempo e incluyeron a muchos participantes, todavía se basaron en medidas autoinformadas, que pueden verse afectadas por sesgos de memoria o cambios en la forma en que las personas interpretan sus experiencias.

Los investigadores también señalaron que la recopilación de datos más frecuente, como evaluaciones mensuales en lugar de anuales, podría dar una imagen más clara de cómo se desarrollan las etapas finales de una relación. Y si bien este estudio se centró en las tendencias promedio, el trabajo futuro podría explorar cómo estos patrones difieren entre individuos, incluidos aquellos que experimentan crecimiento personal, mayor satisfacción con la vida o nuevas relaciones románticas después de una ruptura.

El fin de las relaciones románticas sigue un patrón en dos etapas

Fuentes y recursos de información

Bühler, J. & Orth, U. (2025). Terminal decline of satisfaction in romantic relationships: Evidence from four longitudinal studies.. Journal of Personality and Social Psychology. DOI: 10.1037/pspp0000551