La adicción a las compras, conocido con el nombre de oniomanía, se define como una necesidad irrefrenable de comprar para sentirse tranquilo.
La persona siente un alivio inmediato, pero los problemas surgen a largo plazo, cuando aparece la incapacidad para frenar los impulsos de comprar.
Desde que nos despertamos por la mañana, somos bombardeados con información publicitaria de todo tipo. La publicidad, a través de objetos materiales nos vende ideales que todos anhelamos; felicidad, tranquilidad, amor, éxito.
A través del consumo de objetos, se intenta alcanzar estos ideales. Cada día se crean nuevas necesidades -innecesarias- que hace que una vez que las adquirimos, no podamos volver a vivir sin ellas. El consumismo, por lo tanto, forma parte de nuestro día a día en una sociedad que nos incita continuamente a ello.
¿Qué diferencia hay entre el consumismo y la adicción a las compras?
Las adicciones en general, y la adicción a las compras en particular, son una vía de escape que utiliza la persona para huir de unas determinadas emociones; estrés, ansiedad, aburrimiento, tristeza.
Esta vía de escape genera una satisfacción inmediata en la persona, hace que se sienta aliviada y tranquila después de haber comprado. Sin embargo, el alivio es efímero, rápidamente llega la culpabilidad y los pensamientos ansiógenos.
Se genera un círculo vicioso de deseo – compra – alivio – culpabilidad sobre el que la persona tiene cada vez menos control.
¿Cómo saber si eres adicto a las compras? |
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En una adicción, la persona siente que ha perdido el control de sus acciones. Sabe que continuar consumiendo y comprando le hace mal, pero no puede parar de hacerlo. Está inmerso en un bucle del que le es imposible salir y pararlo, de ahí que se caiga una y otra vez en la misma dinámica.
La tolerancia hace que la persona tenga que consumir cada vez más para lograr la misma emoción, y que si no consume, sufra el conocido síndrome de abstinencia.
El sentimiento de culpabilidad y malestar que se genera después no ayuda a salir del círculo vicioso, pues hace que se incremente la sensación de malestar y ansiedad.
Los psicólogos declaran que es difícil detectar a los compradores compulsivos, pues se trata de una adicción encubierta, ya que muchas personas no tienen conciencia del problema y ven normal su comportamiento, justificado por vivir en una sociedad consumista.
Esta adicción afecta en mayor parte a mujeres de entre 30 y 40 años. La digitalización está incrementando esta problemática, ya que hoy en día podemos comprar cualquier cosa, desde cualquier lugar y a cualquier hora del día vía internet.
¿Cómo terminar con la adicción a las compras?
La creencias irracionales y la falta de autocontrol
son las principales características. La necesidad de llenar un vacío y la evitación emocional hace que sea imprescindible adquirir una serie de estrategias emocionales y fomentar nuevos hábitos para dejar de lado la adicción.
La ayuda profesional es necesaria cuando la persona está inmersa en este círculo vicioso.
La terapia cognitivo -conductual ha demostrado su eficacia al tratar adicciones por su trabajo con:
Pensamientos: se realiza un trabajo con las creencias irracionales (“necesito comprar para sentirme bien”), sustituyéndolas por otras más saludables.
Emociones: ayuda a fomentar el autocontrol frente a los impulsos de consumir. Adquirir autocontrol genera un aumento en la autoestima y satisfacción personal.
Conductas: a través de un plan de acción, la persona enriquece su vida a través de actividades placenteras y saludables.