Una investigación de Liu y colaboradores, publicada en Development and Psychopathology, encontró que los jóvenes chinos que sufrieron maltrato en la infancia tienden a tener más problemas de sueño, posiblemente debido a dificultades en los procesos de regulación emocional.
Los participantes que experimentaron altos niveles de maltrato físico y emocional utilizaron menos estrategias de reevaluación cognitiva, mientras que aquellos que sufrieron altos niveles de abuso sexual recurrieron más a la supresión expresiva.
El impacto del maltrato infantil
El maltrato infantil se refiere a experiencias dañinas sufridas por un niño a través del abuso, la negligencia o la explotación por parte de cuidadores u otras personas responsables de su bienestar. Puede adoptar diversas formas:
- Abuso físico: Daño o lesión intencional.
- Abuso emocional: Ataques verbales, humillación o rechazo.
- Abuso sexual: Contacto sexual inapropiado o explotación.
- Negligencia: No satisfacer las necesidades básicas de un niño (alimento, refugio, atención médica y apoyo emocional).
El maltrato infantil puede tener efectos a largo plazo en el desarrollo de un niño, generando dificultades emocionales, ansiedad, depresión y problemas para establecer relaciones seguras. Además, puede afectar la salud física, el desarrollo cognitivo y el rendimiento académico.
Muchos niños que experimentan maltrato exhiben síntomas de internalización, como el aislamiento, o comportamientos de externalización, como la agresión.
El vínculo entre el maltrato, la regulación emocional y el sueño
Liu y su equipo se propusieron explorar cómo co-ocurren las diferentes formas de maltrato infantil en jóvenes chinos y cómo estas experiencias pueden afectar los problemas de sueño posteriores.
Los investigadores plantearon la hipótesis de que el maltrato infantil afecta negativamente el desarrollo de los mecanismos de regulación emocional en los jóvenes maltratados, lo que lleva a problemas de sueño. Específicamente, propusieron que los participantes que experimentaron múltiples tipos de maltrato infantil tendrían los problemas de sueño más graves.
Se esperaba que estos problemas de sueño estuvieran relacionados con las estrategias de regulación emocional, es decir, la reevaluación cognitiva y la supresión expresiva. La reevaluación cognitiva es una estrategia de regulación emocional que implica reformular una situación bajo una luz más positiva o neutral para alterar su impacto emocional, lo que ayuda a las personas a controlar el estrés y las emociones negativas. Una mejor capacidad para usar esta estrategia le permite a una persona tener un mayor control sobre sus emociones.
Por el contrario, la supresión expresiva es una estrategia centrada en la respuesta en la que las personas inhiben u ocultan las expresiones emocionales externas sin cambiar su experiencia emocional interna. Si bien esta estrategia puede reducir el conflicto social, puede generar estrés psicológico a largo plazo.
Los participantes del estudio fueron jóvenes involucrados en un Proyecto Longitudinal de Bienestar Juvenil en China continental desde 2019 hasta 2020. El análisis se basó en datos de 1929 participantes, con edades entre 16 y 22 años y una edad promedio de entre 18 y 19 años.
El 63% de los participantes eran mujeres, el 55% residía en áreas rurales y el 85% provenía de familias intactas.
Entre otras evaluaciones, los participantes completaron medidas de maltrato infantil (utilizando el Cuestionario de Trauma Infantil - Forma Corta de 28 ítems), estrategias de regulación emocional (utilizando el Cuestionario de Regulación Emocional) y calidad del sueño (utilizando el Índice de Calidad del Sueño de Pittsburgh). También proporcionaron diversos datos demográficos.
Maltrato infantil y sus consecuencias en el sueño
Los resultados revelaron que el 18% de los participantes experimentó abuso sexual, el 7% abuso físico y el 15% abuso emocional durante la infancia. Todos los tipos de maltrato infantil se asociaron con un aumento de los problemas de sueño, siendo la asociación más fuerte para el abuso emocional.
Los patrones de maltrato infantil informados por los participantes pudieron agruparse en tres categorías: bajo maltrato infantil, alto maltrato físico y emocional y alto abuso sexual.
Regulación emocional y problemas de sueño
Liu y su equipo probaron un modelo que proponía que el alto maltrato físico y emocional conducía a un menor uso de estrategias de reevaluación cognitiva, mientras que el alto abuso sexual hacía que las personas fueran más propensas a utilizar la supresión expresiva (en comparación con los jóvenes que no fueron maltratados). A su vez, estos factores contribuyeron a más problemas de sueño.
Los resultados indicaron que tales relaciones entre estos factores son posibles. Los autores concluyeron:
"Este estudio revela nuevos conocimientos sobre los patrones de maltrato infantil en jóvenes chinos e implica que las personas expuestas al abuso sexual o a una combinación de maltrato físico y emocional experimentan problemas de sueño debido al deterioro de los procesos diferenciales de regulación emocional. También destaca la necesidad de establecer objetivos diferenciales en las estrategias de regulación emocional para distintos grupos de maltrato y de considerar la coocurrencia de maltrato físico y emocional".
La investigación de Liu arroja luz sobre los vínculos entre el maltrato infantil, la regulación emocional y la calidad del sueño. Sin embargo, es importante destacar que el diseño del estudio no permite establecer inferencias causales definitivas.
Los modelos estadísticos probados solo muestran que las relaciones propuestas entre los factores estudiados son posibles, no que se hayan excluido todas las explicaciones alternativas para las asociaciones observadas.
Fuentes y recursos de información
Liu, S., Ahemaitijiang, N., Xu, J., Liu, Y., Chen, L., & Han, Z. (2024). Patterns of childhood maltreatment influence sleep quality: The role of emotion regulation. Development and Psychopathology, 36, (3), 1388-1398. DOI: 10.1017/S0954579423000597