Terapia Asistida con gatos

Estudios demuestran que tener un gato como compañero de vida tiene beneficios para la salud mental de las personas. Las que conviven con ellos afirman que su presencia les reconforta y que, cuando se sienten enfadados/as o tristes, solo jugar con ellos, reduce esos sentimientos o desaparecen.

Por ello, estos animales son grandes auxiliadores de las emociones humanas y se emplean en Terapias asistidas, definidas más específicamente como Gatoterapia. En todo caso, se realizan siempre colaborativamente garantizando el bienestar del felino y el paciente para su correcta ejecución.

En este artículo ahondaremos en los beneficios específicos que aportan los gatos en estas sesiones de terapia y en las áreas concretas en las que estos efectos positivos se centran. Además, veremos cómo debe ser la personalidad de estos felinos y la de su guía. Comencemos…

¿Qué cualidades importan para un gato de terapia?

Según comenta Vitutia (2016), a la hora de realizar Terapia Asistida por Animales siendo los gatos partícipes de ésta, es fundamental que el felino que se incluya cuente con las siguientes características principales:

  • Lo primero es que debe estar acostumbrado a que lo acaricien, que disfrute del contacto humano y que busque esa atención.
  • En segundo lugar, lo ideal es que no se asuste fácilmente ante sonidos fuertes o comportamientos inesperados, y en caso de hacerlo, si su carácter lo permite que responda de forma tranquila.
  • Lo tercero es que tenga facilidad de adaptación a diferentes lugares, entornos y también a diferentes personas.

Que el gato tenga un temperamento correcto dependerá de su vínculo con su guía: se mostrará amistoso, tranquilo y disfrutará con las nuevas experiencias y lugares a los que vaya.

Además, otros aspectos para tener en cuenta, antes de incluir gatos en sesiones, son los siguientes:

  • Entender cuáles son las necesidades del felino como especie y cómo es su etología.
  • Cada gato es diferente, es recomendable conocerlos individualmente teniendo en cuenta sus preferencias.
  • Se deben realizar las sesiones en espacios que sean agradables tanto para el paciente como para el felino, así como que sean seguros.
  • Que esté habituado a los estímulos que pueda haber durante la terapia es fundamental.
  • Debe disponer de la opción de salir de la sesión si lo desea o de realizar una pausa respetando los tiempos.

En todo caso, en la Terapia Asistida, la participación y bienestar del animal son elementos clave para su desarrollo y éxito. Por ello, la labor del guía y psicólogo es fundamental, siendo relevante que presenten la formación adecuada y sepan dónde estudiar Terapia Asistida por Animales.

El guía es aquella persona con la que el felino se siente cómodo y confía; entre ambos, existe un vínculo de seguridad de afecto.

Es pues, el individuo/a que conoce sus gustos y preferencias e involucra al felino y al paciente de igual manera.

Entonces, analizada esta parte, veamos los beneficios que pueden aportar los felinos en las sesiones de Terapia.

¿Qué beneficios aportan los felinos en las sesiones de terapia?

Estudios recientes han demostrado que las personas con TDAH (Trastorno por déficit de atención e hiperactividad) responden de forma positiva a las terapias asistidas por gatos.

Algunas de las razones, como las que mostramos a continuación, responden al propio carácter del felino que trasmite seguridad y confianza al paciente.

  • Por ejemplo, en los momentos en los que el felino recibe afecto y caricias el paciente se relaja y las constantes vitales bajan, reduciendo significativamente el estrés.
  • El gato es un buen maestro que trasmite tranquilidad con su autocontrol a aquellas personas que sufren ansiedad o hipertensión.
  • Demandan actitudes serenas y relajadas, lo que exige una actitud de autorregulación a la hora de interaccionar con ellos.
  • Y, por último, su ronroneo, que ayuda a reducir la tensión muscular y disminuir los niveles de estrés y ansiedad.

Áreas de intervención de los beneficios de la Terapia Asistida por gatos

Investigaciones científicas (Pulgarin &  Absalon, 2016), han clasificado los beneficios de los felinos en las Terapias Asistidas en cuatro áreas específicas: la terapéutica, la fisiología, la psicológica y la psicosocial. A continuación, analizaremos cada una de ellas:

Intervención del gato como recurso terapéutico en la terapia física

Cuando el animal objeto de la terapia se introduce en el área terapéutica el objetivo es que sea de forma permanente o de forma regular dentro del entorno de la persona. De esta forma, se puede crear un vínculo afectivo entre el felino y el paciente que repercute favorablemente para ambos.

Este procedimiento ha sido empleado en personas con enfermedad de Alzheimer, trastornos psicológicos y se ha instaurado también, en casos puntuales en hogares para la tercera edad, hospitales psiquiátricos, cárceles e incluso cómo parte de ambientes laborales.

Los mayores beneficios se han conseguido en la rehabilitación de pacientes con problemas cardíacos incrementando el porcentaje de supervivencia de la enfermedad coronaria, no solo con la terapia asistida por felinos sino también con la presencia de otros animales.

Tener una mascota se considera pues, como un agente protector para las enfermedades cardiovasculares que ayudan a prevenir factores de riesgo. Cualquier persona que los haya acariciado sabe que se liberan endorfinas que ayudan a reducir la ansiedad, la frecuencia cardíaca y que baja por ejemplo el estrés por soledad muy común en los tiempos que corren.

Beneficios dentro del área fisiológica de la tenencia de mascotas

Meer y  Hesselmar (citado por Gómez et al, 2007), realizaron estudios que determinaron que tener un gato o perro a una edad prematura puede proteger contra enfermedades alérgicas. Consideran que la exposición microbiana temprana, es decir hasta los 6 años, favorece la variación de la respuesta inmune de linfocitos hacia el tipo no alérgico. Y lo más importante, que esta protección adquirida es durante toda la edad adulta.

Importancia para la salud mental del vínculo entre las personas y los animales

Los felinos y otros animales como los perros ayudan a disminuir las alteraciones psicológicas, reduciendo la sensación de soledad y aumentando el sentimiento de intimidad.

En estados de depresión, estrés, y aislamiento social, los gatos se convierten en acompañantes incondicionales.

En general, las mascotas ayudan a generar una mejor integración con la sociedad y en los niños permiten que se desarrolle un mayor sentimiento de apego. Según comentan Wood et al (citado por Gómez et al, 2007), los dueños de mascotas rara vez se sienten solos y les resulta más sencillo entablar nuevas amistades, en comparación con las personas que no tienen mascotas.

En el área psicosocial los felinos favorecen la socialización

Las mascotas, mayoritariamente gatos y perros, influyen positivamente en las relaciones comunitarias. En el mismo estudio que nombrábamos anteriormente, Wood et al, demostró que los propietarios de animales tienen una mayor facilidad para sociabilizar. Esto es porque participan más en áreas recreativas con sus compañeros o en la casa donde el felino recibe a las visitas y da pie a conversaciones. Siendo de esta manera, como se establece más confianza en las relaciones interpersonales.

De todo lo visto podemos decir que el gato es el animal perfecto para enseñarnos a relacionarnos con nuestros propios miedos y con los demás; siendo su propia personalidad y compañía un beneficio para nuestra salud interna física y mental.

Sus ventajas en Terapias Asistidas todavía no son tan evidentes como con otros animales, siendo importante se incida y de visibilidad a su carácter terapéutico desde el punto de vista científico para que tomen igual relevancia.

Referencias

  1. Muñoz-Gómez, B. (2013). Terapia asistida por animales de compañía aplicada en una residencia geriátrica en el medio rural. Dialnet.   Disponible en: https://dialnet.unirioja.es/servlet/tesis?codigo=96492
  2. Gómez, L. F., Camilo, & Cecilia, S. (2007). La influencia de las mascotas en la vida humana. Revista Colombiana de Ciencias Pecuarias, 20(3), 377–386.  Disponible en: https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/3238619.pdf
  3. Pulgarin Tavera, N. , &  Absalon, J. (2016). Terapia asistida con animales: aproximación conceptual a los beneficios del vínculo humano – animal. Kavilando, 8(2), 221–228. Disponible en: https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/5909317.pdf
  4. Vitutia, M. (2016). Efectos de la terapia asistida con animales en dominios cognitivos en pacientes con esquizofrenia. DOI:  10.13140/RG.2.1.2618.8561
Laura Gil Ferradás

Arquitecta por la ETSAC (Escuela Técnica Superior de Arquitectura de A Coruña) y Marketing Expert. Desarrollo de investigación sobre Arquitectura y redacción de contenidos de alto valor en el ámbito formativo.

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