El aislamiento intensifica la sensibilidad a las amenazas en adolescentes

Una combinación de tiempo en solitario con conexiones reales es esencial para un desarrollo emocional saludable.

Por: Redacción

El aislamiento intensifica la sensibilidad a las amenazas en adolescentes
Imagen de © Depositphotos.

Un nuevo estudio de la Universidad de Cambridge revela que breves periodos de aislamiento aumentan la sensibilidad a las amenazas en adolescentes, incluso si mantienen la conexión online. Tras varias horas de aislamiento en una habitación, los adolescentes mostraron un mayor estrés fisiológico y respuestas ansiosas ante posibles amenazas, independientemente de si tenían acceso a sus smartphones. Esta mayor alerta a las amenazas podría contribuir al aumento de los trastornos de ansiedad, cada vez más prevalentes en jóvenes de todo el mundo.

Conexión Virtual versus Aislamiento Físico

Los hallazgos indican que las conexiones virtuales no contrarrestan completamente los efectos psicológicos del aislamiento en la adolescencia, una etapa caracterizada por intensas necesidades sociales. El estudio sugiere que el aislamiento físico impacta la salud mental de maneras que la comunicación digital no puede abordar por completo. Es decir, aunque la tecnología ofrece conectividad, no suple la necesidad fundamental de interacción social presencial.

El estudio, realizado con 40 jóvenes de entre 16 y 19 años, midió las respuestas a las amenazas antes y después de periodos de aislamiento de varias horas, tanto con cómo sin acceso a smartphones. Los resultados fueron contundentes: las respuestas a las amenazas aumentaron en un 70% después de las sesiones de aislamiento, independientemente de la conectividad digital. Este incremento en la vigilancia de amenazas, incluso con interacción online, puede tener un impacto negativo en la salud mental adolescente a largo plazo.

El Aislamiento Intensifica la Ansiedad, Incluso Online

Para el experimento, se emplearon diferentes pruebas, incluyendo una tarea pavloviana de condicionamiento clásico donde se asociaba una forma geométrica con un ruido desagradable, para evaluar la respuesta a las amenazas. Además, se monitorizó la actividad electrodérmica (un indicador fisiológico del estrés) a través de electrodos. Los participantes experimentaron dos sesiones de aislamiento de aproximadamente cuatro horas cada una: una sin acceso al mundo exterior y otra con acceso a smartphones, wifi, música y libros. En ambas sesiones, se les solicitó mantenerse despiertos.

Leer:  El canto puede mejorar el estado de ánimo, la función inmune y reducir el estrés

Después de ambas sesiones de aislamiento, los participantes percibieron la señal de amenaza (la forma asociada al ruido) como más desagradable y generadora de ansiedad. Además, los datos fisiológicos reflejaron un aumento en la actividad electrodérmica. Aunque la sensación subjetiva de soledad fue menor en la sesión con acceso a redes sociales, la sensibilidad a las amenazas permaneció significativamente aumentada.

Implicaciones para la Salud Mental Adolescente

Estos hallazgos refuerzan la idea de que el aislamiento social puede contribuir directamente al aumento de las respuestas de miedo, proporcionando evidencia en humanos de lo que previamente se había observado en estudios con animales. La Dra. Livia Tomova, coautora del estudio, destaca el preocupante aumento de la soledad en adolescentes en los últimos años y la necesidad de investigar si las interacciones online pueden suplir completamente las necesidades sociales de esta etapa crucial del desarrollo. Se concluye que las interacciones digitales pueden no mitigar algunos de los efectos profundos que el aislamiento parece tener en los adolescentes.

En conclusión, este estudio evidencia la importancia crucial de la interacción social para el bienestar mental de los adolescentes. Aunque las tecnologías digitales ofrecen formas de conexión, el aislamiento físico parece tener efectos significativos en la sensibilidad a las amenazas y el desarrollo de ansiedad. Se necesitan más investigaciones para comprender cómo se pueden mitigar estos efectos y promover la salud mental en los jóvenes en un mundo cada vez más digital.

Fuentes y recursos de información

Towner, E., Thomas, K., L. Tomova, & Blakemore, S-J. (2024). Increased threat learning after social isolation in human adolescents. Royal Society Open Science11(11). DOI: 10.1098/rsos.240101

Leer:  La pandemia y el encuentro con uno mismo

Equipo editorial y de curación de contenidos de Actualidad en Psicología