El descanso es un pilar fundamental para la salud y el desarrollo, pero asegurar que los preadolescentes duerman las horas necesarias es un desafío constante para muchos padres. Frente a este reto, una nueva investigación aporta una perspectiva reveladora: la calidad de la conexión social es un factor determinante.
Un estudio liderado por investigadores de SRI International concluye que los vínculos familiares sólidos y una alta implicación parental se asocian directamente con un sueño más prolongado y reparador en niños de 9 a 11 años.
Hábitos familiares que promueven un sueño reparador
La investigación, liderada por Marie Gombert-Labedens (SRI International), identificó que compartir la cena, planificar el día siguiente y participar en actividades comunitarias son hábitos asociados con una duración suficiente del sueño.
En contraposición, los niños con más interacciones basadas en pantallas o que experimentan conflictos familiares tienden a dormir menos. Estos hallazgos destacan la conexión social como un factor importante para mejorar la salud del sueño y el bienestar general en la infancia.
Los resultados de la investigación que será presentada en el congreso anual SLEEP 2025, revelan que la conexión social, especialmente a través de las relaciones familiares sólidas y la alta implicación parental, está asociada con una duración adecuada del sueño en niños preadolescentes.
Así, comer en familia y participar en actividades del vecindario se mostraron como indicadores de un sueño más prolongado. En cambio, el conflicto familiar, el distanciamiento en el hogar y el uso prolongado de tecnologías se asociaron con un sueño más corto.
Patrones de conexión social y duración del sueño
El análisis agrupó diferentes aspectos de la conexión social, mostrando resultados interesantes:
- Los grupos caracterizados por una alta implicación parental (50.85%), como comer juntos (47.57%) y planificar el día siguiente (47.52%), presentaron las tasas más elevadas de sueño suficiente.
- Por el contrario, las tasas más bajas de sueño adecuado se observaron en grupos con altas relaciones mediadas por la tecnología (40.39%) o con relaciones familiares/amistosas deficientes y poca implicación parental (42.07%).
Estos resultados fueron ajustados considerando factores como el sexo, la edad, la raza y los ingresos familiares.
La importancia de las redes sociales para la salud del sueño
"Fue sorprendente descubrir que múltiples variables de conexión social eran predictoras de una duración suficiente del sueño", afirmó Gombert-Labedens, cuyo doctorado se centra en los ritmos circadianos y la obesidad infantil.
La Academia Americana de Medicina del Sueño (AASM) subraya que el sueño es esencial para la salud, recomendando que los niños de 6 a 12 años duerman entre 9 y 12 horas de forma regular para promover un bienestar óptimo.
Los investigadores analizaron datos de 4,996 niños de entre 8.9 y 11 años. El 48% eran niñas y el 62.5% eran de raza blanca. Los participantes completaron al menos dos encuestas en mayo y agosto de 2020, y la duración del sueño se obtuvo a partir de informes de los cuidadores.
De acuerdo con Gombert-Labedens, esta investigación sugiere que la conexión social representa una vía prometedora para desarrollar intervenciones destinadas a mejorar el sueño infantil.
"Estos resultados respaldan la relevancia de las redes sociales en la salud del sueño y podrían servir de base para futuras campañas, contribuyendo en última instancia a mejorar la salud y el bienestar de los niños", concluyó la investigadora.
Fuentes y recursos de información
Kok, V., & Gooley, J. (2025). 0261 Social Bedtime Procrastination Associates with Greater Need to Belong. SLEEP, 48(Supplement_1), A114–A114. DOI: 10.1093/sleep/zsaf090.0261
