El impacto duradero de la crianza severa en la adultez joven

Una mirada a las consecuencias de la crianza severa y como puede afectar negativamente a los niños a lo largo de su vida.

El Impacto Duradero de la Crianza Severa en la Adultez Joven
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Un reciente estudio, publicado en el Journal of Affective Disorders, revela una preocupante asociación entre la crianza severa, tanto moderada como extrema, y un desarrollo socioemocional deficiente en jóvenes de 18 años. Los hallazgos indican que los hijos de padres con estilos de crianza severos presentan peores habilidades de regulación emocional, menor autoestima, menor conducta prosocial y más problemas en sus relaciones con sus pares.

¿Qué se entiende por crianza severa?

La crianza severa se caracteriza por el uso frecuente de castigos físicos, agresión verbal, críticas constantes y una falta general de afecto y apoyo por parte de los padres hacia sus hijos. Estos padres suelen gritar, azotar, avergonzar y desestimar las necesidades emocionales de sus hijos. Las estimaciones sugieren que aproximadamente el 50% de los niños en todo el mundo están expuestos a este tipo de crianza.

Este estilo parental puede tener consecuencias negativas de largo alcance en el desarrollo emocional y psicológico del niño, derivando en problemas como ansiedad, depresión y baja autoestima. Además, puede dificultar el desarrollo de relaciones sanas y habilidades de autorregulación en la edad adulta. A largo plazo, la exposición a la crianza severa se ha asociado con mayor estrés, problemas de conducta y bajo rendimiento académico.

Rastreando las consecuencias a lo largo del tiempo

La Dra. Mariana Otero Xavier y sus colegas llevaron a cabo un estudio longitudinal para explorar la influencia de la crianza severa durante la infancia y la adolescencia en las competencias socioemocionales a los 18 años. Se analizaron datos de la Cohorte de Nacidos en Pelotas (Brasil) de 2004, un estudio prospectivo y poblacional que abarcó a 4231 recién nacidos (99.2% de los nacimientos totales de ese año).

El objetivo era comprender cómo las exposiciones en la vida temprana afectan los resultados de salud y evaluar las disparidades relacionadas con las desigualdades sociales. Las madres participantes completaron cuestionarios tras el parto y en nueve ocasiones más hasta que sus hijos cumplieron 18 años. A esta edad, los jóvenes también participaron en evaluaciones específicas.

Para este análisis, se utilizaron datos sobre la severidad de la crianza obtenidos de la Escala de Tácticas de Conflicto (versión padres-hijos), completada por los padres o cuidadores (principalmente madres biológicas). Los datos sobre la conducta prosocial y los problemas en las relaciones con los pares se obtuvieron mediante el Cuestionario de Fortalezas y Dificultades, también completado por los cuidadores.

Además, se emplearon las respuestas de los jóvenes de 18 años a evaluaciones de la regulación emocional (Índice de Regulación Emocional para Niños y Adolescentes) y la autoestima (Escala de Autoestima de Rosenberg). Se contó con datos completos de 3489 participantes.

La severidad en la crianza y su impacto en el desarrollo socioemocional

Los resultados revelaron que el 50% de los niños tuvieron padres con una crianza no severa ("crianza poco severa"), el 45% con crianza moderadamente severa y el 5% con crianza muy severa ("crianza muy severa"). Los hijos de padres con crianza moderada y muy severa tendieron a obtener puntuaciones más bajas en regulación emocional, autoestima y conducta prosocial, mostrando puntuaciones más altas en problemas en las relaciones con sus pares.

Según los autores del estudio: *"Identificamos un grupo pequeño pero importante de niños que experimentaron una crianza muy severa crónica, y para este grupo, las competencias socioemocionales se vieron particularmente comprometidas. Nuestro estudio también mostró que los adolescentes, no solo con crianza muy severa, sino también con crianza moderadamente severa, presentaron más dificultades socioemocionales que aquellos con una crianza poco severa."* Se destaca la necesidad de una identificación temprana, intervención apropiada y seguimiento, considerando el impacto a largo plazo de la crianza severa en las competencias de los hijos.

Si bien este estudio arroja luz sobre los efectos a largo plazo de la crianza severa, es importante considerar las limitaciones metodológicas. Todos los datos provienen de autoinformes, lo que podría estar sujeto a sesgos. Por ejemplo, padres con un estilo de crianza severo podrían tener una percepción más negativa de sus hijos, enfocándose en sus debilidades y exagerando sus comportamientos negativos. Del mismo modo, los hijos expuestos a una crianza severa podrían mostrar una tendencia similar en sus respuestas.

La importancia de la crianza positiva

En conclusión, este estudio proporciona evidencia robusta sobre la asociación entre la crianza severa y el desarrollo socioemocional deficiente en la adultez joven. Esta investigación enfatiza la crucial importancia de promover estilos de crianza positivos y respetuosos para asegurar un desarrollo saludable y pleno en los niños y adolescentes. La intervención temprana es clave para mitigar los efectos negativos de la crianza severa y apoyar el bienestar socioemocional de los jóvenes.

Fuentes y recursos de información

Xavier, M. O., et _al. (2024). Harsh parenting trajectories from childhood through adolescence and socioemotional competences at age 18: 2004 Pelotas Birth Cohort Study. Journal of Affective Disorders366, 434–444. DOI: 10.1016/j.jad.2024.08.112