Un nuevo estudio revela que las personas con altos niveles de ansiedad de apego son más propensas a desarrollar patrones de uso problemáticos con la inteligencia artificial conversacional. Esta conexión se ve reforzada cuando estos individuos forman un vínculo emocional con la tecnología y tienden a percibirla como humana.
Esta investigación, publicada en la revista Psychology Research and Behavior Management, arroja luz sobre la relación entre rasgos de personalidad y el uso que damos a la tecnología.
El auge de la IA conversacional y sus implicaciones
El reciente auge de la inteligencia artificial conversacional, como los chatbots y los asistentes virtuales, ha brindado a las personas una nueva forma de interactuar y encontrar compañía. Estos programas emplean el lenguaje natural para mantener conversaciones personalizadas e individuales.
Durante períodos de mayor aislamiento social, como la pandemia de COVID-19, millones de personas recurrieron a estas tecnologías. Esta tendencia planteó una pregunta importante para los científicos: ¿representa esta innovación riesgos para grupos específicos de personas?
Ansiedad de apego y adicción tecnológica
Investigadores liderados por Shupeng Heng en la Universidad Normal de Henan se centraron en individuos con ansiedad de apego. Este rasgo de personalidad se caracteriza por un temor persistente al rechazo o al abandono en las relaciones, lo que lleva a una fuerte necesidad de cercanía y seguridad.
Ya se sabe que las personas con alta ansiedad de apego corren un mayor riesgo de sufrir otras formas de uso problemático de la tecnología, como la adicción a los teléfonos inteligentes y los juegos en línea. El equipo de investigación buscaba determinar si esta misma vulnerabilidad se aplicaba a la inteligencia artificial conversacional y comprender los procesos psicológicos involucrados.
Factores clave en el uso problemático de la IA
La investigación buscaba explorar el vínculo directo entre la ansiedad de apego y lo que los investigadores denominan el uso problemático de la inteligencia artificial conversacional, un patrón de participación similar a la adicción que afecta negativamente la vida diaria.
Además de este vínculo directo, los investigadores examinaron otros dos factores: si formar un vínculo emocional con la inteligencia artificial actuaba como un puente entre la ansiedad de una persona y su uso problemático; y si la tendencia de una persona a ver la inteligencia artificial como humana, un rasgo llamado tendencia antropomórfica, amplificaba estos efectos.
Para llevar a cabo su investigación, Heng y su equipo reclutaron a 504 adultos chinos que tenían experiencia en el uso de inteligencia artificial conversacional. Los participantes fueron reclutados a través de una plataforma en línea y completaron una serie de cuestionarios diseñados para medir cuatro variables clave.
Un cuestionario evaluó su nivel de ansiedad de apego, con preguntas relacionadas con los temores de rechazo y el deseo de cercanía. Otro midió su apego emocional a la inteligencia artificial que usaban, preguntando sobre la fuerza del vínculo emocional que sentían.
Un tercer cuestionario evaluó su tendencia antropomórfica, que es la inclinación a atribuir características, emociones e intenciones humanas a cosas no humanas. Los participantes calificaron su acuerdo con declaraciones como: "Creo que la IA está viva."
Finalmente, se utilizó una escala para medir el uso problemático de la inteligencia artificial conversacional. Esta escala incluyó elementos que describen comportamientos adictivos, como intentar y no poder reducir el uso. Los investigadores luego utilizaron análisis estadísticos para examinar las relaciones entre estas cuatro medidas.
Ansiedad, emoción y la percepción humana de la IA
Los resultados mostraron primero una conexión directa entre la ansiedad de apego y el uso problemático. Los individuos que obtuvieron una puntuación más alta en ansiedad de apego también fueron más propensos a reportar patrones de compromiso compulsivo y poco saludable con la inteligencia artificial conversacional.
Este hallazgo respaldó la hipótesis inicial de los investigadores de que este grupo es particularmente vulnerable. Además, el análisis reveló una vía indirecta más compleja. El estudio encontró que las personas con mayor ansiedad de apego eran más propensas a formar un fuerte apego emocional a la inteligencia artificial conversacional. Este apego emocional era, en sí mismo, un fuerte predictor de uso problemático. Esto sugiere que el apego emocional sirve como un paso de conexión.
El papel crucial de la antropomorfización
El hallazgo más matizado involucró el papel de la tendencia antropomórfica. Los investigadores descubrieron que este rasgo actuaba como un moderador, lo que significa que cambió la fuerza de la relación entre la ansiedad de apego y el uso problemático.
Cuando separaron a los participantes en grupos según su tendencia a ver la inteligencia artificial como humana, surgió un patrón claro: para los individuos con una baja tendencia antropomórfica, su nivel de ansiedad de apego no estaba significativamente relacionado con su uso problemático de la tecnología.
Por el contrario, para aquellos con una alta tendencia a ver la inteligencia artificial como humana, la ansiedad de apego era un poderoso predictor de uso problemático. Ver la inteligencia artificial como un compañero social parece hacer que las personas ansiosas sean mucho más susceptibles a desarrollar una dependencia poco saludable.
Este efecto moderador también se aplicó a la formación de vínculos emocionales. Las personas ansiosas desarrollaron apegos emocionales a la inteligencia artificial independientemente de sus tendencias antropomórficas.
Sin embargo, este efecto fue mucho más fuerte para aquellos con una alta tendencia a ver la tecnología como humana. En otras palabras, tener una alta ansiedad de apego combinada con una tendencia a antropomorfizar creó los vínculos emocionales más fuertes con la inteligencia artificial, lo que luego aumentó el riesgo de uso problemático.
Es importante notar que los datos fueron recolectados en un momento específico. Por esto, muestra una correlación, pero no se puede asegurar que la ansiedad de apego causa el uso problemático. Investigaciones futuras podrían hacer un seguimiento a los individuos a lo largo del tiempo para así establecer causalidad.
Además, los investigadores Heng y Zhang sugieren que estos hallazgos tienen implicaciones prácticas para el diseño de estas tecnologías. Por ejemplo, los desarrolladores podrían considerar la creación de versiones con características menos humanas para los usuarios que pueden estar en mayor riesgo.
También podrían incorporar características en el software que monitoreen el uso excesivo o proporcionen contenido educativo sobre la interacción saludable con la tecnología.
Para las personas identificadas como de alto riesgo, el estudio sugiere que las intervenciones destinadas a reducir la ansiedad, como las prácticas de mindfulness, podrían ayudar a disminuir su dependencia de estos compañeros virtuales.
Fuentes y recursos de información
Heng, S. & Zhang, Z. (2025). Attachment Anxiety and Problematic Use of Conversational Artificial Intelligence: Mediation of Emotional Attachment and Moderation of Anthropomorphic Tendencies. Psychology Research and Behavior Management, Volume 18, 1775-1785. DOI: 10.2147/PRBM.S531805









