La genética detrás de nuestra capacidad para pensar lógica y inteligentemente

La irracionalidad podría ser un indicador de menor capacidad cognitiva, ofreciendo nuevas perspectivas sobre la toma de decisiones.

La genética detrás de nuestra capacidad para pensar lógica y inteligentemente
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Una investigación realizada por el Profesor Timothy C. Bates de la Universidad de Edimburgo, publicada en la revista Intelligence, arroja nueva luz sobre la relación entre la inteligencia y el pensamiento racional. Los hallazgos indican que la capacidad de tomar decisiones racionales, a menudo considerada una habilidad separada, está estrechamente ligada a la inteligencia general. De hecho, el estudio sugiere que la irracionalidad, o tomar decisiones ilógicas, podría ser simplemente otra forma de medir una inteligencia más baja.

En este contexto, racionalidad implica tomar buenas decisiones basándose en la lógica y la información disponible, evitando errores comunes como sacar conclusiones precipitadas o dejarse llevar por intuiciones erróneas. Algunos expertos creían que la racionalidad era una habilidad única, distinta de la inteligencia medida por pruebas estándar. Propusieron que la racionalidad implica una capacidad especial para anular nuestros pensamientos iniciales, intuitivos, y adoptar un pensamiento más analítico. Esta "mentalidad racional", argumentaban, podría pasar desapercibida en las pruebas de inteligencia tradicionales.

El componente genético de la racionalidad y la inteligencia

Otros investigadores, sin embargo, sospechaban que la racionalidad y la inteligencia estaban más estrechamente relacionadas, siendo el pensamiento racional un resultado natural de una mayor inteligencia. Para explorar esta cuestión en profundidad, el Profesor Bates investigó la base genética tanto de la racionalidad como de la inteligencia, utilizando el Brisbane Adolescent Twin Study.

Los gemelos ofrecen una oportunidad única para desentrañar la influencia de los genes y el ambiente en diversos rasgos. Los gemelos idénticos comparten casi todos sus genes, mientras que los gemelos fraternos, como los hermanos regulares, comparten solo aproximadamente la mitad. Comparando la similitud entre gemelos idénticos con la de gemelos fraternos en un rasgo particular, se puede estimar la influencia genética en dicho rasgo.

El Profesor Bates analizó datos de 1.570 individuos, incluyendo gemelos idénticos y fraternos. Todos los participantes realizaron pruebas diseñadas para medir su capacidad cognitiva general y su racionalidad cognitiva. La capacidad cognitiva se midió utilizando una combinación de pruebas que evaluaron el vocabulario, el razonamiento numérico y la capacidad para identificar patrones en secuencias de letras y números. Estos tipos de pruebas se utilizan comúnmente para medir diferentes aspectos de la inteligencia.

La racionalidad cognitiva se evaluó utilizando la Prueba de Reflexión Cognitiva (TRC). Esta prueba presenta problemas diseñados para provocar una respuesta intuitiva pero incorrecta. Por ejemplo, una pregunta plantea: "Un bate y una pelota cuestan juntos $1.10. El bate cuesta $1 más que la pelota. ¿Cuánto cuesta la pelota?" La respuesta intuitiva y rápida es 10 centavos, pero la respuesta correcta, que requiere un poco más de reflexión, es en realidad 5 centavos. La TRC utiliza varias preguntas de este tipo para ver qué tan bien las personas pueden resistir las intuiciones engañosas y llegar a la respuesta lógicamente correcta.

La irracionalidad como indicador de la capacidad cognitiva

Los resultados mostraron que tanto la inteligencia como la toma de decisiones racionales estaban fuertemente influenciadas por factores genéticos. El Profesor Bates se sorprendió por "la fuerza de la heredabilidad de la racionalidad: ¡es realmente una pequeña y excelente prueba de CI!"

Además, cuando el Profesor Bates evaluó si existía un factor separado que pudiera explicar el pensamiento racional además de la inteligencia, descubrió que este factor adicional no mejoraba la explicación del rendimiento de las personas. En cambio, la misma capacidad mental general que impulsaba el vocabulario y la resolución de rompecabezas también explicaba el rendimiento en la prueba de toma de decisiones racionales. Ambos conjuntos de puntuaciones se agruparon fuertemente en un único factor compartido. Esto respalda la idea de que el pensamiento racional no es una capacidad separada, sino un indicador de habilidades cognitivas más amplias.

El Profesor Bates resumió cuatro conclusiones clave:

  1. Descubrimos que la irracionalidad, lejos de ser lo que las pruebas de CI pasan por alto, es una de las mejores pruebas de CI disponibles.
  2. Descubrimos que la irracionalidad, lejos de no estar relacionada con la genética y ser más una cuestión de mentalidad, se encuentra entre los rasgos psicológicos más heredables.
  3. La irracionalidad consiste en cometer errores innecesarios: decisiones incorrectas cuando tenemos toda la información necesaria, y un poco de lógica simple significa que no hay razón para el error. Descubrimos que comprender qué información está disponible y aplicar un poco de lógica simple es casi toda la causa de la irracionalidad cognitiva.
  4. La capacidad cognitiva explicó casi toda la irracionalidad cognitiva, y gran parte de la superposición fue genética.

Aunque el estudio contó con una gran muestra de gemelos y utilizó métodos ampliamente aceptados para medir la inteligencia y la toma de decisiones racionales, existieron algunas limitaciones. La medida del pensamiento racional utilizada solo incluyó unos pocos ítems y podría no capturar todos los aspectos de cómo las personas toman decisiones en contextos de la vida real. Diferentes pruebas, especialmente aquellas que impliquen conjuntos más grandes de problemas, podrían confirmar o refinar los resultados. También sería útil observar cómo estos hallazgos se desarrollan en la infancia y la adolescencia, así como en diferentes entornos culturales. Trabajos futuros podrían buscar influencias de rasgos de personalidad, experiencias de aprendizaje o factores motivacionales que podrían agregar más detalles sobre cómo interactúan la inteligencia y la toma de decisiones racionales.

"Sería genial si la investigación sobre racionalidad se unificara con la investigación sobre inteligencia", dijo el Profesor Bates. "Hemos estado trabajando en el mismo problema, en el caso de la investigación sobre inteligencia durante un siglo, por lo que creo que hay mucho que podría ser útil para otros campos."

Fuentes y recursos de información

Bates, T. C. (2024). Cognitive rationality is heritable and lies under general cognitive ability. Intelligence108, 101895–101895. DOI: 10.1016/j.intell.2024.101895‌