¿Podrían las ilusiones sensoriales ser la clave para aliviar el dolor crónico?

La integración de señales visuales y sensoriales podría influir en la intensidad del dolor, abriendo camino a nuevos tratamientos para el dolor crónico.

¿Podrían las ilusiones sensoriales ser la clave para aliviar el dolor crónico?
Imagen de © Depositphotos.

Un reciente estudio revela que la ilusión de la mano de goma puede disminuir la intensidad del dolor provocado por el calor. Los investigadores descubrieron que, al mostrar a los participantes una mano de goma iluminada mientras su mano real, oculta, recibía un estímulo térmico, estos manifestaban experimentar menos dolor.

Este hallazgo sugiere que la integración de señales visuales y sensoriales puede influir en la percepción del dolor. Los resultados podrían eventualmente contribuir al desarrollo de nuevos tratamientos para afecciones de dolor crónico, como el síndrome de dolor regional complejo.

La ilusión de la mano de goma como un mecanismo analgésico potencial

Si una persona esconde su propia mano y se concentra en una mano de goma, puede llegar a percibirla como parte de su propio cuerpo bajo ciertas circunstancias. Lo que aparenta ser un truco podría, en el futuro, beneficiar a pacientes que padecen dolor crónico.

Investigadores de la Clínica de Medicina Psicosomática y Psicoterapia del Hospital Universitario LWL en Bochum, Alemania, demostraron que el dolor inducido por calor se experimenta con menor intensidad gracias a la ilusión de la mano de goma.

Los resultados fueron publicados en la revista _PAIN Reports_ en abril de 2025.

La ilusión de la mano de goma generalmente se produce cuando la mano oculta y la mano de goma son tocadas simultáneamente, por ejemplo, con un pincel. En este experimento, la ilusión no se generó a través del tacto, sino mediante un estímulo de calor y la iluminación simultánea con luz roja.

  • Primero, los investigadores determinaron el umbral individual de dolor térmico en los 34 participantes diestros.
  • Luego, los participantes colocaron su mano izquierda detrás de una pantalla, impidiendo su visión.
  • La mano oculta se situó sobre un termodo, una pequeña placa que puede calentarse de forma controlada.
  • En lugar de su mano izquierda, se colocó una mano de goma frente a los participantes, la cual podía iluminarse con luz roja desde abajo.

Los participantes usaron su mano derecha sobre un control deslizante para evaluar continuamente la intensidad del dolor en su mano izquierda.

Los investigadores realizaron varias series de pruebas calentando el termodo a diferentes niveles de temperatura: justo por debajo del umbral del dolor, exactamente en el umbral y significativamente por encima de este. La mano de goma se iluminó simultáneamente con luz roja.

El estímulo de calor en la mano izquierda, junto con la iluminación roja de la mano de goma, evocó la ilusión, explica el profesor Martin Diers, jefe de la Sección de Investigación de Medicina Conductual Clínica y Experimental.

Una encuesta posterior confirmó estas observaciones tras cada serie de experimentos. En la condición de control, el experimento se realizó con una mano de goma girada 180 grados.

Una menor intensidad de percepción del dolor bajo la ilusión

Demostramos que la intensidad del dolor percibido se redujo en la condición de ilusión de la mano de goma en comparación con la condición de control, afirma Martin Diers.

Asumimos que el mecanismo detrás de la ilusión de la mano de goma es la integración multisensorial de información visual, táctil (en este caso, nociceptiva) y propioceptiva. Los resultados sugieren que, cuando las personas perciben la mano de goma como parte de su propio cuerpo, disminuye su percepción del dolor.

Otro factor podría ser el fenómeno de la analgesia visual, también observado en otros estudios: un estímulo doloroso se percibe como menos intenso si la persona puede ver la parte del cuerpo afectada mientras ocurre.

Sin embargo, todavía no comprendemos completamente la base neuronal de este fenómeno, admite Diers. No obstante, estos descubrimientos, hechos por Meike Driessen podrían encontrar utilidad en el tratamiento del dolor. Un campo de aplicación concebible sería el tratamiento del síndrome de dolor regional complejo, donde los pacientes suelen experimentar dolor e hinchazón en la mano.

Fuentes y recursos de información

Mosch, B., Fuchs, X., Tu, T., & Diers, M. (2025). Time course of the rubber hand illusion–induced analgesia. PAIN Reports, 10, (2), e1252. DOI: 10.1097/PR9.0000000000001252