Si bien se conocía de los efectos de la cafeína para el aumento del enfoque, el estado de alerta y las habilidades motoras, su efecto sobre el pensamiento creativo no se había estudiado previamente.
La cafeína aumenta la capacidad de concentración y resolución de problemas, pero un nuevo estudio realizado por investigadores de la Universidad de Arkansas indica que no estimula la creatividad.
"En las culturas occidentales, la cafeína se asocia típicamente con ocupaciones creativas y estilos de vida, que van desde los escritores y su café hasta los programadores de sistemas y sus bebidas energéticas, y hay más de una pizca de verdad en estos estereotipos", según escribió Darya Zabelina, profesora asistente de psicología y autora principal del estudio publicado recientemente en la revista Consciousness and Cognition.
Si bien los beneficios cognitivos de la cafeína (aumento del estado de alerta, vigilancia mejorada, enfoque mejorado y rendimiento motor mejorado) están bien establecidos, indicó, el efecto del estimulante en la creatividad era menos conocido.
En el documento, la profesora Zabelina diferencia entre el pensamiento convergente del pensamiento divergente.
El primero se define como la búsqueda de una solución específica a un problema, por ejemplo, la respuesta correcta.
En comparación el pensamiento divergente se caracteriza por la generación de ideas donde sería más apropiado un gran conjunto de respuestas novedosas, interesantes y apropiadas.
El estudio logo demostrar que el consumo de cafeína mejora el pensamiento convergente, sin embargo, no tuvo un impacto significativo en el pensamiento divergente.
En el estudio participaron 80 voluntarios, los cuales recibieron aleatoriamente una píldora de cafeína de 200 mg, equivalente a una taza de café fuerte o un placebo.
Luego fueron probados en medidas estándar de pensamiento convergente y divergente, memoria de trabajo y estado de ánimo.
Además de los resultados sobre la creatividad, la cafeína no afectó significativamente la memoria de trabajo, pero los sujetos de prueba que la tomaron informaron sentirse menos tristes.
"Los 200 mg mejoraron significativamente la resolución de problemas, pero no tuvieron efecto en el pensamiento creativo", concluye la profesora Zabelina, sin embargo, "Tampoco lo empeoró, así que sigue bebiendo tu café; no interferirá con estas habilidades".