¿Para cuándo una sanidad dónde se dé importancia a los psicólogos clínicos?
El PIR (psicólogo interno residente), son unas oposiciones para formarse en Especialista en Psicología Clínica y se hacen cada año; las personas que obtienen plaza tienen 4 años de formación en hospitales, haciendo rotaciones en las diferentes áreas de la psicología.
Es un examen con opción múltiple que dura 4h y 30 min y consta de 200 preguntas y 10 preguntas más de reserva. El temario no está cerrado, lo que supone que al examen vayas con una parte un poco a ciegas y sin saber que te saldrá.
Este año se celebran el 29 de enero del 2022 a las 16.00h, pero los asistentes deben estar a las 15.00 en diferentes universidades de España.
En toda España sólo se ofertan 204 plazas (6 plazas más que la convocatoria pasada), sabiendo que hay más de 5.000 aspirantes al examen. Un dato a tener en cuenta es que en España solo hay una media de 6 psicólogos clínicos por cada 100.000 habitantes; mientras que en Europa la media es de 18 psicólogos clínicos. Este dato hace que haya grandes listas de espera para acudir a un psicólogo y, ésto ocurre en España dónde hay 10 suicidios al día, los fármacos estan puestos como la base para solucionar cualquier trastorno mental, y 6 de cada 10 personas sufren depresión o ansiedad según datos del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS).
Hablemos de los opositores aspirantes. En la convocatoria anterior el 95% no consiguieron su objetivo de la plaza y, muchos tienen que ir a terapia para poder preparar su examen PIR. “Actualmente no conozco a ningún compañero que no vaya a terapia”, explica Andrea Sánchez: “Por mucho que hayas estudiado no tienes la seguridad de que vayas a sacar una plaza. Hay gente muy válida que se queda fuera”.
Viendo la última convocatoria de examen, se han creado plataformas como @MasPlazasPir, Revolución PIR y @PIRjusto para dar visibilidad e importancia a este examen y a los psicólogos clínicos. Recalcando también desde #PIRvolución cómo en esta última convocatoria se ha establecido un modelo biomédico en el examen, diciendo que “La labor del psicólogo clínico es trabajar sobre la conducta de las personas del Sistema Nacional de Salud, y si bien como psicólogos debemos tener unos conocimientos determinados de neuropsicología y farmacología, estos no deben ser tan específicos porque no son de nuestra competencia”. Desde Revolución PIR muestran preguntas concretas de dicha convocatoria “Una hacía referencia a una técnica de intervención en la disfunción eréctil centrada en la inyección de sustancias en el pene, algo claramente alejado de nuestra profesión, que es el tratamiento psicológico”.
Se puede ver como el último examen de convocatoria PIR está basado en preguntas con las que “se sigue patologizando a los usuarios de salud mental, restando el peso que tiene el contexto socioeconómico en los problemas psicológicos y atribuyendo a todos una causa meramente biológica que se 'cura' con una pastillita”, valora Delgado.
Volviendo a la pregunta principal, ¿para cuándo una sanidad dónde se dé importancia a los psicólogos clínicos?