Un estudio longitudinal, publicado en la revista Research on Child and Adolescent Psychopathology, ha revelado una correlación significativa entre el TDAH en la infancia y la disminución de la conciencia y la agradabilidad en la adolescencia. Este estudio, además, explora las complejas interacciones entre el TDAH, las características de la familia y el contexto socioeconómico.
El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) es un trastorno del neurodesarrollo que se caracteriza por la dificultad para mantener la atención, la hiperactividad y la impulsividad. La mayoría de los casos se diagnostican en la infancia, generalmente cuando los niños comienzan la escuela. Aunque puede persistir en la edad adulta, los síntomas suelen variar con el paso de los años.
Un Repertorio de Consecuencias
Las causas del TDAH aún no se conocen en su totalidad. Sin embargo, las investigaciones han demostrado que existen consecuencias significativas asociadas a este trastorno. Estudios recientes lo han vinculado con un rendimiento académico inferior. A medida que los individuos con TDAH crecen, a menudo tienen dificultades para organizarse, cumplir plazos o mantener su enfoque en las tareas, lo que lleva a problemas laborales. Estas personas también son más propensas a enfrentar problemas financieros, dificultades en sus relaciones amorosas y a un mayor riesgo de desarrollar problemas de salud mental.
Laura J. Bell y sus colegas, autores del estudio, se propusieron investigar la relación entre la inatención y la hiperactividad en la infancia, dos síntomas definitorios del TDAH, y los rasgos de personalidad en la adolescencia. Analizaron datos de diversas fuentes y en diferentes momentos para minimizar el riesgo de sesgos en sus conclusiones. La hipótesis principal era que los niños con TDAH, en promedio, tendrían niveles más bajos de conciencia, serían menos agradables y menos estables emocionalmente.
El estudio longitudinal de las niñas con TDAH de Berkeley
Los investigadores se basaron en el Estudio Longitudinal de las Niñas con TDAH de Berkeley. Este conjunto de datos longitudinal analizó el TDAH en la infancia y los Cinco Grandes Rasgos de Personalidad en la adolescencia. Los Cinco Grandes son un modelo ampliamente aceptado que describe la personalidad humana a través de cinco rasgos amplios: apertura a la experiencia, conciencia, extraversión, agradabilidad y estabilidad emocional (o neuroticismo).
El estudio se llevó a cabo en 228 niñas, 140 de las cuales fueron diagnosticadas con TDAH, mientras que 88 no tenían este diagnóstico. Entre las niñas con TDAH, 93 tenían niveles altos tanto de inatención como de hiperactividad. Sus síntomas de TDAH se evaluaron cuando tenían entre 6 y 12 años, mientras que las evaluaciones de personalidad se realizaron cuando las niñas tenían entre 11 y 18 años, es decir, cuando eran lo suficientemente mayores como para evaluar sus propios rasgos de personalidad.
Para evaluar los síntomas del TDAH, se utilizó un cuestionario de informe de padres y profesores (el cuestionario Swanson, Nolan y Pelham). El diagnóstico de TDAH se estableció utilizando la Entrevista Diagnóstica para Niños. Al llegar a la adolescencia, las participantes completaron un cuestionario popular para evaluar la personalidad: el Big Five Inventory. Los investigadores calcularon las puntuaciones de los rasgos de personalidad a partir de este inventario, y desarrollaron un indicador de autopercepción negativa en la adolescencia, que reflejaba la forma en que las participantes se describían negativamente.
Los resultados mostraron que las niñas con TDAH en la infancia tendían a tener puntuaciones más bajas en los rasgos de personalidad de conciencia y agradabilidad y puntuaciones más altas en neuroticismo. En otras palabras, tendían a ser menos concienzudas, menos agradables y menos estables emocionalmente. Los síntomas de inatención e hiperactividad del TDAH se asociaron con estos mismos rasgos de personalidad en la adolescencia. En consecuencia, las niñas con TDAH tendían a tener autopercepciones más negativas como adolescentes, ya que la puntuación de autopercepción negativa se deriva de estos tres rasgos de personalidad.
El Impacto del contexto socioeconómico
Un análisis más profundo reveló que la fuerza de la conexión entre los síntomas del TDAH y las autopercepciones negativas dependía del ingreso familiar. La conexión era más fuerte en las niñas de familias de altos ingresos, mientras que era más débil en las niñas de familias de bajos ingresos. Los autores creen que esto podría deberse a una presión familiar más fuerte para lograr el éxito en las familias de altos ingresos, lo que produce efectos negativos más pronunciados del TDAH en el desarrollo de la personalidad.
Los autores del estudio concluyen que la autopercepción negativa que surge del TDAH en la infancia podría ser un mecanismo potencial a través del cual se perpetúan las consecuencias negativas en la edad adulta, quizás a través de un "modelo de cicatriz". La personalidad muestra una considerable maleabilidad, por lo que si la personalidad (o la "identidad" / autoconcepto) es responsable de la relación entre el TDAH en la infancia y el mal funcionamiento en la edad adulta, podría convertirse en un objetivo de intervención.
Un entendimiento más profundo del TDAH y la personalidad
Este estudio arroja luz sobre las conexiones entre la personalidad y el TDAH. Sin embargo, es importante destacar que existe una superposición sustancial entre los conceptos de inatención y conciencia, lo que significa que se podrían esperar asociaciones. Además, los rasgos de personalidad en la adolescencia todavía se están desarrollando y podrían diferir un poco de los que se observan en la edad adulta.
Fuentes y recursos de información
Bell, L. J., John, O. P., & Hinshaw, S. P. (2024). ADHD Symptoms in Childhood and Big Five Personality Traits in Adolescence: A Five-Year Longitudinal Study in Girls. Research on Child and Adolescent Psychopathology, 52(9), 1369–1382. DOI: 10.1007/s10802-024-01204-x