El tratamiento de la anorexia y bulimia más allá de la conducta

Con el paso de los años cada vez son más los trastornos alimenticios que surgen en la sociedad en la que vivimos, una sociedad en la que todo tiene que ser perfecto se marcan unos cánones que exigen mucho de todos.

Es verdad que cada vez son más las personas y colectivos que luchan contra estos estereotipos que hacen más mal que bien. El tener que ser perfectos, adaptarnos a todo lo que las modas nos imponen, etc., lleva años causando estragos entre los jóvenes, y no tan jóvenes, sino entre personas más vulnerables a las que todo les afecta un poco más. Hablamos de diferentes tipos de trastornos alimenticios que siguen inmersos en la sociedad, por muchos años que pasen.

Es por ello que surgen terapias y múltiples talleres para dar soluciones y afrontar mejor estos trastornos. Hablamos, sin ir más lejos, de la psicoterapia para anorexia y bulimia. En este post vamos a hablar de estos tratamientos y de cómo van más allá de la conducta. 

Trastornos alimenticios

Para abordar más de lleno este tema, debemos de ponernos en situación y saber en qué consisten los trastornos alimenticios. 

Un trastorno alimenticio se define como una serie de síntomas que podemos definir como mala relación con la comida. Decimos mala porque esa relación que entablamos con los alimentos resulta perjudicial para la salud, hace que cambien nuestros ritmos, nuestra vida cotidiana, nuestras relaciones con el resto de las personas, incluso nuestra personalidad. Por tanto los trastornos alimenticios son enfermedades que podemos considerar crónicas y progresivas. 

En concreto nos vamos a centrar en los trastornos de anorexia y bulimia y en cómo estos trastornos no tienen que ver sólo con la conducta de la persona, sino con los problemas internos más profundos que hay que atender para poder ver de dónde viene esa patología. Para ello existen los psicólogos para trastornos alimenticios que llevan a cabo las terapias convenientes en cada caso. 

Estos psicólogos ofrecen tratamientos basados en estudios, que consisten primero en descubrir de dónde viene cada trastorno o patología y luego proporcionar las mejores herramientas para poder enfrentarse a ello. Ofrecer tratamientos de calidad en estos casos es clave para dar las soluciones más sanas a problemas relacionados con la comida.

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 El objetivo de los tratamientos es ayudar a los pacientes a aumentar la autoestima y aceptación de sí mismos a través de la autocomprensión, ayudarles a fortalecer su identidad, proporcionar herramientas de gestión de las emociones y elaborar nuevos mecanismos de gestionar la relación con la comida. El cambio en los trastornos alimenticios es algo deseado, pero a la vez genera emociones ambivalentes y ciertas resistencias porque da miedo abandonar los patrones conocidos e implementar unos nuevos. Por eso el acompañamiento psicológico en este proceso es muy importante.

Por lo tanto, está claro que la psicoterapia y la psicología juegan un papel fundamental en los trastornos alimenticios porque son trastornos muy complejos que deben ser tratados de la mejor manera posible por profesionales que sepan tratarlos tanto a nivel de la conducta como a nivel más profundo y emocional. Gracias a los tratamientos los pacientes pueden lograr un sentimiento diferente de sí mismos y la motivación de cuidarse, tanto emocionante como cuidar a su cuerpo a través de unos hábitos alimenticios sanos.