Las emociones señalan amenazas y recompensas. Igual que la brújula nos guía en la dirección correcta, las emociones tienen el poder de guiarnos hacia las acciones correctas.
Por ejemplo, cuando un niño comete un error, puede asustarse y mentir a sus padres al respecto, o evitar confrontarlos por temor al castigo.
Sus padres pueden eventualmente descubrir lo que hizo su hijo y el niño, con toda probabilidad, terminará enfrentando las mismas consecuencias que él estaba tratando de evitar. En este caso, escuchar y responder a la emoción de "miedo" resultó inútil para el niño.
Sin embargo, ese mismo miedo habría resultado útil para alguien al que persigue un animal salvaje en el bosque. En esa situación, correr para evitar enfrentarse a la bestia salvaje habría sido la decisión correcta.
Por lo tanto, es crucial juzgar cuándo confiar en los desencadenantes emocionales y actuar sobre ellos, y cuándo no; en otras palabras, es fundamental que entendamos cómo controlar nuestras emociones para poder utilizarlas de forma óptima.
Situaciones que producen desequilibrio emocional
Según los especialistas en salud mental, algunas personas son naturalmente más emocionales que otras. Pero incluso dentro de nosotros mismos, tenemos días que son más difíciles que otros. Esto podría deberse a varias razones que enumeramos a continuación.
La falta de sueño
No descansar lo suficiente puede provocar problemas de concentración, un sistema inmunológico debilitado y cambios de humor. Intenta dormir más para pensar con claridad y equilibrar tus emociones.
Falta de ejercicio
El ejercicio tiene un gran impacto en tu estado de ánimo y bienestar emocional. Estar activo también aumenta las sustancias químicas que te hacen sentir bien en el cerebro. Asegúrate de dedicar unos 30 minutos al día a hacer ejercicio.
Dieta no saludable
¡Eres lo que comes! Es posible que tu dieta sea la culpable de tus cambios de humor. Evita las comidas procesadas, grasas y rápidas, así como el azúcar y los carbohidratos simples. Además, algunas deficiencias de vitaminas pueden afectar la regulación emocional.
Estrés
El estrés afecta nuestra salud mental, emocional y física. Si estás experimentando mucho estrés en este momento, probablemente también serás más sensible. Incluso los cambios positivos en tu vida (un nuevo bebé o un trabajo) pueden generar estrés y ansiedad.
¿Cómo podemos controlar nuestras emociones?
No importa qué factores estresantes o cambios en la vida estés atravesando, debes tener la seguridad de que es posible alcanzar un equilibrio emocional. Si no estás seguro de lo que te molesta, un programa de tratamiento puede ayudarte.
Apoyo profesional
Durante tu tiempo en tratamiento, asistirás a sesiones de terapia con un consejero capacitado. Esta persona te ayudará a identificar lo que te molesta en el fondo. Por ejemplo, algunas personas sufren desequilibrios emocionales porque se esfuerzan demasiado por complacer a los demás.
Para evitar grandes listas de esperas lo mejor es tener un seguro médico privado, que está lleno de ventajas como el trato más personal y evitar las listas de espera interminables para acceder a un especialista.
Las compañías aseguradoras ofrecen servicios relacionados con la salud mental como parte de las coberturas del seguro médico, no solo dándote acceso a profesionales, sino que en algunos casos también ofrecen servicios más especializados de acompañamiento y apoyo emocional.
En definitiva, es muy importante controlar nuestras emociones, pero siempre es mejor contar con profesionales que nos ayuden a gestionarlas de la mejor manera.