El impacto real de las redes sociales en la salud mental: ¿mito o realidad?

Un nuevo estudio desafía las suposiciones sobre el daño de las redes sociales a la salud mental

Por: Redacción

El impacto real de las redes sociales en la salud mental: ¿mito o realidad?
Imagen de © Depositphotos.

Un reciente estudio publicado en Social Science & Medicine cuestiona las creencias generalizadas sobre los efectos del uso intensivo de las redes sociales en la salud mental. Contrariamente a la opinión popular, los investigadores encontraron que la cantidad de tiempo dedicado a plataformas como Instagram, TikTok y Facebook tiene poco o ningún impacto significativo en indicadores de salud mental como la depresión, la ansiedad o el estrés. En algunos casos, el efecto del uso de las redes sociales puede incluso ser neutral o positivo, lo que sugiere que la relación entre estas plataformas y la salud mental es más compleja de lo que se pensaba anteriormente.

Redes sociales y salud mental

Las redes sociales se han convertido en una parte central de la vida diaria de miles de millones de personas en todo el mundo, generando un debate sobre sus consecuencias psicológicas. Algunos investigadores han alertado sobre posibles daños, vinculando el uso excesivo con problemas como depresión, ansiedad y estrés. Otros, sin embargo, han destacado sus beneficios, como el fomento de conexiones y el entretenimiento.

Muchas investigaciones, sin embargo, se basan en datos autodeclarados, que pueden ser propensos a sesgos y tergiversaciones. Este nuevo estudio buscó abordar estas lagunas utilizando datos objetivos sobre el uso de las redes sociales para ofrecer una imagen más clara de su relación con la salud mental. Como explica la autora principal, Chloe N. Jones, doctoranda en la Universidad Curtin:

"Nos interesaba este tema porque existe una narrativa creciente, tanto en los medios populares como en las políticas, sobre el impacto negativo de las redes sociales en la salud mental. Sin embargo, gran parte de la investigación que respalda estas afirmaciones se basa en estimaciones autodeclaradas del uso de las redes sociales, que pueden ser inexactas. Queríamos adoptar un enfoque más objetivo para medir el uso de las redes sociales y su relación con la angustia psicológica y las funciones cognitivas como el control atencional".

Midiendo el impacto real de las redes sociales

La investigación involucró a 401 participantes, principalmente estudiantes universitarios de psicología y miembros de la comunidad, con edades comprendidas entre los 17 y los 53 años. La muestra fue predominantemente femenina, con una edad promedio de 22 años. El uso de las redes sociales de los participantes se midió objetivamente durante una semana utilizando herramientas de seguimiento del tiempo de pantalla del teléfono inteligente. Los investigadores se centraron en cinco plataformas populares: Instagram, TikTok, Snapchat, Facebook y Twitter (ahora X).

Además del seguimiento del uso de las redes sociales, los participantes completaron la Escala de Depresión, Ansiedad y Estrés (DASS-21), un cuestionario bien establecido que se utiliza para evaluar la angustia psicológica. Esta medida evaluó los síntomas de depresión, ansiedad y estrés para medir la salud mental de los participantes. Para evaluar el control atencional —una capacidad cognitiva relacionada con la concentración y la inhibición—, los participantes realizaron una tarea de antisacada.

Esta tarea requería que dirigieran su atención lejos de un estímulo distractor y se concentraran en un objetivo, proporcionando una medida de su capacidad para gestionar entradas visuales competidoras.

La recolección de datos se realizó durante varios años, lo que permitió obtener un tamaño de muestra robusto y una variedad de entornos de prueba. Los participantes fueron guiados a través de los procedimientos, ya sea en persona o en línea, asegurando la coherencia en la administración de las medidas.

Un vínculo más débil de lo esperado

Los investigadores descubrieron que el tiempo total dedicado a las redes sociales tenía poco o ningún impacto en los indicadores de salud mental como la depresión, la ansiedad y el estrés. Contrariamente a muchos hallazgos previos, los investigadores no observaron ninguna relación significativa entre el uso total de las redes sociales y la angustia psicológica.

Si bien hubo una asociación positiva muy pequeña entre el uso de las redes sociales y la ansiedad, esta representó menos del 1,5% de la varianza compartida, lo que sugiere que no era un factor significativo. No hubo asociaciones entre el uso de las redes sociales y los síntomas de depresión o estrés.

Curiosamente, el estudio no apoyó la idea de que el uso intensivo de las redes sociales deteriora el control atencional. De hecho, los investigadores observaron una pequeña asociación positiva entre el uso de las redes sociales y el control atencional, particularmente entre los usuarios de TikTok. Como señaló Jones:

"Un hallazgo sorprendente fue que la relación entre el uso de las redes sociales y el control atencional, aunque pequeña, fue positiva, desafiando la suposición común de que las redes sociales impactan negativamente en el control atencional".

Los investigadores también probaron si el control atencional moderaba la relación entre el uso de las redes sociales y la angustia psicológica. Contrariamente a algunos hallazgos anteriores, el control atencional no influyó en la asociación entre el uso de las redes sociales y los resultados de salud mental. Esto sugiere que la capacidad de las personas para controlar su atención no cambia significativamente la forma en que el uso de las redes sociales afecta su bienestar psicológico.

En general, los resultados indican que el vínculo entre el uso de las redes sociales y la salud mental es más débil de lo que muchos suponen. Las pequeñas asociaciones observadas fueron específicas de la plataforma y es poco probable que representen riesgos o beneficios significativos para la mayoría de los usuarios.

Si bien el estudio proporciona información valiosa, no está exento de limitaciones. Por ejemplo, la investigación se centró exclusivamente en el uso del teléfono móvil, lo que puede no captar la actividad en redes sociales en otros dispositivos como las computadoras. Además, la tarea de control atencional utilizada en el estudio midió solo un aspecto específico de esta capacidad cognitiva. Investigaciones futuras podrían explorar otras dimensiones, como la atención sostenida o la memoria, para construir una comprensión más completa.

El estudio tampoco diferenció entre el uso activo y pasivo de las redes sociales. La participación activa, como publicar o enviar mensajes directos, puede tener impactos psicológicos diferentes en comparación con la navegación pasiva. Investigar estos matices podría revelar más sobre cómo los diversos tipos de uso de las redes sociales influyen en la salud mental. Jones señala:

"Es importante tener en cuenta que estos hallazgos se basan en medidas objetivas del tiempo dedicado al uso de las redes sociales. Podría haber otros factores, como el tipo de contenido, las características del usuario y/o las diferencias individuales en la forma en que las personas usan las redes sociales, que potencialmente podrían influir en la salud mental de maneras que nuestro estudio no captó".

Otra vía para futuras investigaciones es examinar con mayor detalle los efectos específicos de cada plataforma. Cada plataforma ofrece características y experiencias de usuario únicas, que pueden contribuir a resultados distintos en la salud mental. Comprender estas diferencias podría ayudar a las personas a tomar decisiones más informadas sobre sus hábitos en las redes sociales.

La investigadora concluye:

"Nuestro objetivo a largo plazo es investigar más a fondo la relación entre el uso de las redes sociales, la salud mental y el funcionamiento cognitivo. Específicamente, pretendemos explorar diversas capacidades cognitivas como la memoria y otros procesos relacionados con la atención, así como factores psicológicos como la personalidad y los patrones de uso. También planeamos realizar estudios experimentales para comprender mejor los posibles vínculos causales entre el uso de las redes sociales y estos resultados".

"Si bien nuestros hallazgos sugieren que el uso de las redes sociales no tiene los efectos catastróficos que a menudo se afirman, es importante mantener una perspectiva equilibrada. Como cualquier tecnología, las redes sociales pueden tener efectos tanto positivos como negativos dependiendo de cómo se utilicen. Nuestra investigación invita a los lectores a cuestionar la narrativa predominante de 'desastre y fatalidad' y, en cambio, a pensar críticamente sobre cómo las redes sociales encajan en sus vidas y cómo pueden utilizarse de manera más saludable".

Fuentes y recursos de información

Jones, C. N., Rudaizky, D., Tamsin Mahalingham, & Clarke, P. J. F. (2024). Investigating the Links Between Objective Social Media Use, Attentional Control, and Psychological Distress. Social Science & Medicine361, 117400–117400. DOI: 10.1016/j.socscimed.2024.117400


Equipo editorial y de curación de contenidos de Actualidad en Psicología