La meditación realmente tiene múltiples beneficios: a nivel físico, mental y emocional. Es por ello que, en psicoterapia concretamente, tiene muchas aplicaciones. Una vez que se conoce a la persona, su historia y particularidades… se puede crear una forma y estilo de meditación, adaptado a su caso y objetivos concretos.
Actualmente contamos con mucha información, conocimiento y ejercicios de diversas tradiciones milenarias. La cuestión sería, como poder aprovecharlo, para adaptarlo a nuestras vidas concretas y estilos de vida contemporáneos.
La meditación, puede inicialmente servirnos para lograr tener mayor atención y contacto con nuestro ser corpóreo y organísmico.
Pudiendo, seguidamente estar más atentos y receptivos a la variedad y matices emocionales que acontecen a lo largo del día. De ese modo, podemos ir integrando una actitud de acogida y receptividad curiosa… Teniendo la certeza experiencial, de que todo fluye, que podemos acceder a un lugar de paz y regocijo. Como un estado natural, más allá de las apariencias y de los velos.
Más que pasar largas temporadas de meditación, lo cuál tiene sus beneficios y objetivos dentro de diversas tradiciones… En psicoterapia, se aboga normalmente por dar herramientas a la persona para que pueda implementarlas en su día a día, de una forma sencilla y útil.
Es por ello, que los ejercicios por ejemplo de mindfulness y compasión, suelen encajar bastante bien. Podemos aprender a estar más presentes y conectados a las sensaciones: a un paseo, a una canción, mientras comemos, dedicándonos tiempo de calidad para conectar y apreciar la vida… De este modo, podemos ampliar nuestra mirada y crear más espacio en nuestras vidas; para finalmente sentirnos más libres y equilibrados.
La hipnosis, hila con la meditación, en que emplea el estado de trance: como un estado creativo, de optimización de recursos y de activación de nuestras potencialidades.
A través del estado de trance, haciendo uso de nuestra voluntad y con una intención benevolente hacia nosotros y los demás seres… se puede emplear estos estados para favorecer nuestro autoconocimiento y mejorar nuestra calidad de vida.
Podemos utilizar la hipnosis para conectar con nuestra sabiduría interior y favorecer nuestra salud integral.
En psicoterapia, la hipnosis tiene infinitas posibilidades: desde trabajar con experiencias vividas dolorosas, hasta mejorar nuestro rendimiento, focalizarnos en nuestros verdaderos recursos y objetivos de forma más integral, romper barreras mentales y poder fluir más con quienes somos y con la vida.
Actualmente, está habiendo una amplia propuesta de vías de trabajo con la hipnosis, no entendida como algo extraño o un poder oculto, sino más bien como una serie de capacidades y estados que tenemos de forma natural y que podemos utilizar para nuestro beneficio y el de la vida.
Al tratarse de métodos que conectan con partes muy profundas del psiquismo, es importante que haya un código deontológico que proteja a los clientes. Un marco profesional y claro de: respeto, confidencialidad y relación completamente neutral.
El profesional no dirige nuestra vida a su antojo, ni nos mete ideas suyas, ni tiene como objetivo sentirse el protagonista del proceso. Más bien, pone al servicio de la persona las herramientas, acompañando a la persona a que sea ella quien descubra sus respuestas y tome sus decisiones por sí misma.
Esto es de suma importancia, porque sí se pueden dar fuera de contextos reglados, abusos de poder y manipulación.
Es importante tener siempre presente que el verdadero cambio lo realizamos cada persona por sí misma; el profesional tan sólo propone dinámicas y ejercicios para indagar. En el marco de la psicología, siempre desde: el respeto, la neutralidad y con la intención de favorecer la salud y bienestar de la persona.