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Leer en smartphones puede reducir la comprensión lectora

Una reciente investigación publicada por la revista Scientific Reports aporta evidencia sobre el efecto negativo de los dispositivos electrónicos sobre la lectura.

Dicho estudio concluye que leer en un teléfono inteligente provoca hiperactividad en la corteza prefrontal del cerebro, además de una reducción de los suspiros y una menor comprensión lectora.

Actualmente y ante el auge de los dispositivos electrónicos, mediante los cuales se consume contenidos tales como noticias, libros e inclusive es empleado por los estudiantes para estudiar para sus exámenes.

Pero además de causar fatiga ocular y dolores de cabeza, la investigación sugiere que el uso de estos dispositivos conduce a una peor comprensión de lectura, aunque no está claro las causas del por qué.

Los autores de la investigación, el doctor Motoyasu Honma y su equipo crearon una iniciativa para explorar la posible causa de este efecto, se centraron en dos factores clave asociados con la función cognitiva y el rendimiento: el entorno visual y los patrones de respiración.

Propusieron que el entorno visual de la lectura en una pantalla puede alterar la función respiratoria y la función cerebral, lo que puede interactuar para afectar el rendimiento cognitivo.

«Una mujer que trabajaba a mi lado era una constante y ruidosa suspiradora, y comencé mi investigación preguntándome por qué suspiraba tanto«, explicó Honma. «A medida que investigué estudios anteriores, me interesé en el hecho de que suspirar tiene una impresión negativa en la comunicación social, mientras que tiene un efecto positivo en la función cognitiva. Ahora que lo pienso, es posible que inconscientemente haya estado usando suspiros para mejorar su eficiencia laboral«.

Una muestra de 34 estudiantes universitarios japoneses participó en el estudio experimental. Cada uno de ellos participó en dos ensayos de lectura, donde leyeron un texto en un teléfono inteligente o leyeron un texto impreso. Ambos textos eran pasajes tomados de dos novelas del mismo autor, y las condiciones estaban contrarrestadas para que ningún estudiante leyera el mismo texto dos veces.

Mientras los estudiantes leían, usaban diademas de espectroscopia funcional de infrarrojo cercano (NIRS) que medían la actividad en la corteza prefrontal y máscaras alrededor de la boca y la nariz para medir los patrones de respiración. Después de la lectura, los participantes completaron una prueba de comprensión de lectura que incluyó 10 preguntas relacionadas con el contenido de los pasajes.

El primero de los hallazgos del estudio revelo que los estudiantes obtuvieron un desempeño superior en la prueba lectora cuando habían leído el pasaje en papel por encima de aquellos que emplearon un teléfono inteligente, independientemente de la novela que leyeran.

Este resultado es consistente con la literatura que sugiere que la lectura en dispositivos electrónicos interfiere con la comprensión.

Además, los investigadores encontraron diferencias en la actividad respiratoria de los estudiantes dependiendo del medio de lectura empleado.

Al leer en papel, los estudiantes provocaron un mayor número de suspiros en comparación con la lectura en un teléfono inteligente. Un suspiro se definió como una respiración que era el doble de la profundidad de una respiración promedio durante una sesión.

Los hallazgos revelaron además que la actividad cerebral prefrontal de los estudiantes aumentó durante la lectura, en cualquiera de las dos condiciones.

Pero curiosamente, esta actividad cerebral fue mayor cuando se leyó en un teléfono inteligente en comparación con la lectura en papel. Además, el aumento de la actividad en la corteza prefrontal se asoció con una disminución en los suspiros y una menor comprensión de lectura.

Al interpretar estos resultados, los investigadores señalan que estudios anteriores han sugerido que las personas aumentan sus suspiros cuando se enfrentan a tareas exigentes que aumentan la carga cognitiva.

La actividad prefrontal elevada entre los estudiantes que leen en un teléfono inteligente puede sugerir una mayor carga cognitiva en comparación con la lectura en papel. Pero leer en un teléfono inteligente parecía inhibir el suspiro en comparación con la lectura en papel.

«Hay investigaciones anteriores que muestran que incluso la respiración profunda consciente tiene un efecto positivo en la función cognitiva, por lo que propongo que aquellos que usan dispositivos electrónicos durante largos períodos de tiempo deben incluir la respiración profunda en algunos lugares«, indicó Honma.

Los autores sugieren que la interacción entre el aumento de la actividad cerebral y la disminución de los suspiros puede ser responsable de la disminución de la comprensión. Para aquellos que leen en papel, la carga cognitiva moderada llevó a con mayor frecuencia suspirar lo cual pudo haber contribuido a «restaurar el aumento de la variabilidad respiratoria y el control de la actividad cerebral prefrontal«. Pero para aquellos que leen en un teléfono inteligente, la carga cognitiva más intensa disminuyo la cantidad de suspiros y por tanto condujo a una actividad cerebral más elevada.

«Nuestra conveniencia con los teléfonos inteligentes y otros dispositivos electrónicos es inconmensurable, y creo que gran parte de lo que hacemos no puede ser reemplazado por papel«, expresó Honma. «Sin embargo, si tanto los teléfonos inteligentes como el papel pueden servir para el mismo propósito, recomendaría el papel«.

Sin embargo, no está claro cómo la edad y la familiaridad con los dispositivos digitales podrían influir en los nuevos hallazgos.

«Los participantes eran jóvenes de alrededor de 20 años«, señaló Honma. «Son la generación llamada ‘nativos digitales’, pero aun así, supongo que comenzaron a usar dispositivos digitales solo en el momento en que estaban en la escuela intermedia o secundaria. En este sentido, si alguien ha crecido expuesto a un entorno digital desde la infancia, entonces los resultados pueden ser más positivos para los teléfonos inteligentes, contrariamente a los resultados de este estudio. Por otro lado, me pregunto hasta qué punto nuestro cerebro es un sistema que puede adaptarse al entorno digital«.

Si bien se requiere de más investigación, los hallazgos arrojan luz sobre un posible efecto dañino de los teléfonos inteligentes, los cuales durante la pandemia se han usado con mayor intensidad. «Si los efectos negativos de los teléfonos inteligentes son ciertos«, escriben Honma y sus colegas en su estudio, «puede ser beneficioso respirar profundamente mientras lee, ya que los suspiros, ya sean voluntarios o involuntarios, regulan la respiración desordenada«.

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