Originalmente los estilos de apego surgen para describir el vínculo emocional existente entre niños y cuidadores (generalmente la madre), sin embargo, actualmente su uso se ha ampliado y se refieren al modo en el cual un individuo sin importar su edad se relaciona con otras personas.
Según Bowlby el apego puede considerarse como una “conexión psicológica duradera entre los seres humanos”.
El estilo de apego surge desde la primera infancia y una vez se consolida tiende a permanecer a lo largo de la vida, manifestándose en la forma en que el sujeto se relaciona con los otros, es particularmente importante en relaciones tales como las de pareja o en el estilo de crianza de los hijos.
En la primera infancia este vínculo es importante para la supervivencia ya que cumple la función de mantener a los bebes cerca de sus madres, lo cual les permite garantizar su alimentación, cuidado y protección.
Debido a que los niveles de sensibilidad y la capacidad de respuesta de los cuidadores puede variar, los investigadores han identificado cuatro estilos distintos de apego que surgen como consecuencia de los continuos comportamientos de vínculo afectivo: apego seguro, apego ansioso, apego evitativo y apego ansioso-temeroso.
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¿Qué se entiende por estilos de apego?
Los estilos de apego intentan definir los modos en los cuales las personas se relacionan con los demás en sus relaciones íntimas. Los primeros investigadores del apego, incluidos John Bowlby y Mary Ainsworth, concluyeron que las interacciones tempranas entre los niños y sus cuidadores juegan un papel fundamental en la formación de los estilos de apego.
Según la teoría los lazos y patrones de interacción entre los niños y sus cuidadores afectan a futuro los patrones de apego que tendrán los adultos en sus relaciones románticas.
John Bowlby, uno de los primeros psicólogos en estudiar el apego, sugirió que había cuatro componentes principales de este vínculo emocional:
- Mantenimiento de proximidad: lo cual implica estar físicamente cerca de una figura de apego.
- Refugio seguro: ante la sensación de amenaza o miedo, el individuo (niño/a) buscara si figura de apego para obtener apoyo y consuelo.
- Base segura: la figura de apego actúa como una fuente de seguridad mientras el individuo explora el mundo y experimenta cosas nuevas.
- Angustia por separación: estar separado de la figura de apego genera sentimientos de ansiedad y tristeza.
Bowlby sugirió que el estilo de crianza de los padres con sus hijos en términos de estos cuatro elementos determina qué tipo de estilo de apego desarrolla una persona. aquellos padres que estén presentes cuando su hijo los necesita y que ofrecen apoyo y atención tienen más probabilidades de establecer un apego seguro.
Los cuatro estilos de apego
Los cuatro estilos principales de apego que se han identificado y descrito son:
Apego seguro
Bowlby (1988) describió el apego seguro como la capacidad de conectarse bien y de forma segura en las relaciones con los demás, al mismo tiempo que se tiene la capacidad de acción autónoma según la situación
El apego seguro se caracteriza por las relaciones sólidas, la confianza, el afecto, la resiliencia y la autoestima.
Los niños que logran desarrollar este estilo de apego son criados por cuidadores que responden y están bien sintonizados con las necesidades de sus hijos. Los niños con apego seguro se caracterizan por recurrir a sus padres cuando los necesitan. Tienden a jugar de forma adecuada con otros niños y sienten empatía por los demás.
Cuando llegan a la adultez, las personas con apego seguro pueden desarrollar relaciones fuertes, seguras y duraderas con mayor facilidad. Tienen un fuerte sentido de sí mismos, disfrutan de relaciones sanas con otras personas y poseen un sólido sistema de apoyo social.
Las investigaciones sugieren que aproximadamente el 56% de los adultos llegan a desarrollar un apego seguro.
Cuando niños
- Buscan consuelo en sus padres cuando está asustado.
- Celebran el regreso de sus padres con emociones positivas.
- Prefiere a los padres sobre los extraños.
Como adultos
- Tienen relaciones de confianza y duraderas.
- Tienden a tener una buena autoestima.
- Comparten sentimientos con pares y amigos.
- Buscan apoyo social.
Apego ansioso/ambivalente
El apego ansioso, también conocido como apego ambivalente o apego ansioso/ambivalente, se caracteriza por la baja autoestima, la necesidad, desconfianza y miedo al rechazo.
Este estilo de apego se produce cuando el bebe no encuentra en su cuidador o padre la confianza y no obtiene la debida atención receptiva hacia sus necesidades, generando preocupación hacia los demás los cuales no corresponden a su deseo de intimidad.
Los niños con apego ansioso suelen manifestar un considerable recelo por los extraños y experimentan una gran angustia cuando se separan de sus cuidadores. Sin embargo, también pueden evitar o rechazar el consuelo de los padres una vez que se reencuentran con sus cuidadores.
Como adultos, las personas con un estilo de apego ansioso anhelan la intimidad, pero tienen miedo de acercarse a otras personas. Parecen necesitados y se preocupan de que su pareja realmente no los ame.
Los expertos creen que este estilo de apego tiende a ser menos común. Algunos investigadores sugieren que entre el 7 y el 15 % de los niños tienen un apego de tipo ansioso. Las estimaciones sugieren que alrededor del 19% de los adultos tienen un estilo de apego ansioso/ambivalente.
Cuando niños
- Suelen desconfiar de los extraños.
- Se angustian mucho cuando los padres se van.
- No se consuelan cuando los padres regresan.
Como adultos
- Son reacios a aproximarse a los demás.
- Se Preocupan de que su pareja no los ame.
- Se angustian cuando las relaciones terminan.
Apego evitativo
El apego evitativo se caracteriza por evitar las conexiones emocionales, ocultar las emociones y alejarse de los demás.
El estilo evitativo surge debido a la actitud del cuidador en la cual ignora o no corresponde los intentos de intimar del bebe, ante lo cual este interioriza la creencia de que no puede depender de esta figura ni de ninguna otra.
Los niños con este estilo de apego tienden a evitar a sus cuidadores, ya sea simplemente evitando o incluso rechazando el afecto. Tienden a mostrar poca preferencia por sus propios padres sobre los extraños.
Ainsworth y sus colegas interpretaron las conductas de evitación de los bebés como un mecanismo defensivo contra las propias conductas de rechazo de las madres, como sentirse incómodas con el contacto físico o enojarse más fácilmente con los bebés.
Los adultos con este estilo de apego tienen dificultades para formar relaciones cercanas. No les gusta la intimidad y no ponen mucho esfuerzo en construir conexiones emocionales con los demás.
Como adultos suelen poseer una imagen positiva de sí mismos y una imagen negativa de los demás manifiestan un estilo de apego desdeñoso-evitativo. Prefieren evitar las relaciones cercanas y la intimidad con los demás para mantener una sensación de independencia e invulnerabilidad.
Los adultos desdeñosos-evitativos se niegan experimentar angustia asociada con las relaciones y minimizan la importancia del apego en general, viendo a otras personas como no confiables.
Los investigadores estiman que alrededor del 25% de los adultos tienen un estilo de apego evitativo.
Cuando niños
- Pueden evitar a sus padres.
- No buscan el contacto o consuelo de sus padres.
- Mostrar poca o ninguna preferencia por los padres sobre los extraños.
Como adultos
- Pueden presentar dificultades con la intimidad.
- Ponen escasa emoción en las relaciones sociales y románticas.
- No quiere o no puede compartir pensamientos o sentimientos con otros.
Apego evitativo-temeroso (desorganizado)
El estilo de apego temeroso-evitativo, también conocido como apego desorganizado, se caracteriza por sentimientos conflictivos sobre las relaciones. Las personas con este estilo experimentan mucha ansiedad acerca de las relaciones y tratan de evitarlas a pesar de que anhelan la intimidad y la conexión.
Cuando son niños, suelen tener una mezcla confusa de comportamientos de apego. A menudo parecen confundidos por sus propios cuidadores y pueden relacionarse con ellos con evitación o resistencia.
Main y Solomon encontraron que los padres de bebés desorganizados a menudo tenían traumas relacionados con el apego no resueltos, lo que hacía que los padres mostraran comportamientos asustados o atemorizantes, lo que a su vez provocaba que los bebés desorganizados se confundieran o los forzaran a confiar en alguien a quien a la vez ellos temían.
En la edad adulta, las personas con este estilo quieren tener relaciones cercanas e íntimas, pero temen profundamente acercarse a los demás.
Las estimaciones sugieren que alrededor del 5 al 7% de los niños tienen un estilo de apego temeroso y evitativo.
Alrededor del primer año de vida
- Manifiestan una mezcla de comportamiento evitativo y resistente.
- Puede parecer aturdido, confundido o aprensivo.
A los 6 años
- Pueden asumir un papel de padre
- Algunos niños pueden actuar como cuidadores de sus padres.
Cómo se desarrollan los estilos de apego
Los estilos de apego están fuertemente influenciados por las relaciones tempranas con los cuidadores, sin embargo, otras relaciones cercanas significativas o importantes en la vida del individuo también pueden tener un impacto en su estilo de apego.
Algunos de los factores que se cree que contribuyen al desarrollo de estilos de apego incluyen:
Consistencia
Los padres que son consistentes en su cuidado tienen más probabilidades de criar niños con un apego seguro mientas que la inconsistencia está relacionada con el estilo de apego ansioso/ambivalente.
Capacidad de respuesta
El apego seguro tiende a desarrollarse cuando los padres responden a las necesidades de sus hijos, en contra posición, la capacidad de respuesta deficiente a menudo está relacionada con estilos de apego evitativo. En consecuencia, cuando los niños creen que sus padres no responderán a sus necesidades, evitan acudir a ellos en busca de apoyo y cuidado.
Negligencia y abuso
Los padres que son negligentes o abusivos están vinculados al apego temeroso/evitativo, este tipo de padres a menudo son inconsistentes en la forma en que responden a sus hijos. En ocasiones brindan consuelo y cuidado, sin embargo, otras veces actúan como una fuente de miedo, ansiedad y trauma. Esta confusión contribuye a una mezcla desorganizada de conductas de apego.
Estilos de apego en la edad adulta
Si bien los investigadores sugieren que los patrones de apego en la primera infancia están relacionados con los de la adultez, no necesariamente son exactamente iguales, aunque las relaciones tempranas son importantes en los patrones de apego romántico, otras relaciones significativas pueden influir en el estilo de apego adulto.
Por ejemplo, es posible que un sujeto haya tenido padres comprensivos y receptivos y un estilo seguro cuando era niño, pero que en su adultez su experiencia con sus parejas haya sufrido de episodios de deshonestidad o infidelidad, lo cual puede contribuir a que desarrolle un estilo de apego más ansioso o evasivo.
También es posible exhibir características de más de un estilo de apego. Es posible que tenga un estilo mayormente seguro, pero ciertas situaciones pueden hacer que muestre características más ansiosas o evasivas.
En otros casos se puede surgir diferentes patrones de apego dentro del contexto de diferentes relaciones o su estilo de apego puede comenzar a cambiar con el tiempo.
Algunas condiciones de salud mental pueden aumentar la probabilidad de tener ciertos estilos de apego. Las personas con trastorno límite de la personalidad (TLP), por ejemplo, son más propensas a tener algún tipo de estilo de apego inseguro porque temen el rechazo y anhelan la intimidad.
Conclusión
El apego juega un papel fundamental en el desarrollo social y emocional en la primera infancia. Las relaciones más tempranas que tienen los niños con los cuidadores son importantes para los estilos de apego infantil, que pueden caracterizarse como seguros o inseguros.
Estos estilos de apego infantil también pueden desempeñar un papel en las relaciones adultas posteriores. Aprender más sobre su propio estilo de apego puede ayudar a comprender cómo el individuo interactúa y se relaciona con sus parejas románticas.