El estrés, el bajo estado de ánimo y la mala salud suelen afectar al 87 por ciento del personal encargado de los servicios de emergencia además de los voluntarios en algún momento de sus vidas.
Una encuesta en línea realizada por UK Mental Health Charity Mind a finales de 2014, la cual fue completada por 3627 empleados, reveló que el 55 por ciento de los empleados de la policía, bomberos y personal de servicio de ambulancia había experimentado algún problema de salud mental en algún momento de su carrera, estudios previos indicaban que dicha tasa era del 26 por ciento.
El trabajo en los servicios de emergencia está claramente asociado por un mayor riesgo de desarrollar problemas de salud mental, según declaraciones de Paul Farmer, director ejecutivo de UK Mind, sin embargo, sólo el 43 por ciento de los encuestados afirmó haber solicitado permisos de trabajo debido al deterioro en su salud mental, una proporción menor que entre la fuerza laboral en general que es del 57 por ciento.
Farmer agrega:
"A pesar de que muchos de nuestro personal de emergencia luchan con su salud mental, son menos propensos a buscar ayuda o no suelen buscar permisos laborales por enfermedad que la fuerza de trabajo en general. Ello podría deberse a temen hablar sobre su salud mental en el trabajo o no creen que sus empleadores consideren los problemas de salud mental como causa justa para la ausencia por enfermedad."
Un ejemplo de esta situación es el testimonio del bombero Eleanor Hathaway, quién padeció de depresión y tenía miedo de hablar de ello. Para fortuna de ella su superior fue de gran apoyo cuando trato de hacerlo:
"Una parte de mí estaba preocupada por lo que mis colegas pensarían sobre mí, ‘si ella no es capaz de enfrentar algo mentalmente, no debería estar aquí’, estaba preocupada por cómo iba a ser tratada y otra parte de mí estaba confundida, ¿Cómo explicar por qué estás tan molesta, cuando no conoces la causa lo suficiente?"
UK Mind ha creado un programa denominado Blue Light Program para enfocarse en la lucha contra el estigma y la discriminación, el bienestar en el lugar de trabajo, el fomento de la capacidad de recuperación, y el suministro de información y apoyo.
El objetivo es garantizar que las personas encargadas de los servicios de emergencia y voluntarios sean capaces de hablar abiertamente sobre su salud mental y acedan al apoyo que requieren para mejor su calidad de vida, recuperarse y seguir realizando sus funciones vitales y desafiantes que aportan a la comunidad.
Los bomberos y otros servicios de emergencia tienen que enfrentar situaciones a nivel personal muy delicadas y difíciles todos los días, estos pueden involucrar a personas del común que son asesinados, heridos o se encuentran en riesgo de alguna manera, por tanto, este tipo de trabajo crea sus propias tensiones y desafíos particulares.
Esto sumado a que el personal de emergencia presta su servicio las 24 horas del día, lo que implica que pueden enfrentar estos desafíos en cualquier momento.
Es bien sabido que el trabajo por turnos crea sus propios desafíos para la salud y el bienestar de los trabajadores.
Estos resultados reflejan la carencia de programas para ayudar a los trabajadores de emergencias a enfrentar la presión del trabajo, quienes a pesar de la presión que implican su trabajo son por lo general comprometidos con su labor aun considerando la enorme cantidad de presión y del impacto en su salud mental y física, además de responder por turnos que afectan su normal ciclo del sueño.
"No ofrecer apoyo a quien da apoyo es injusto con las víctimas y con los trabajadores..."
Los trabajos de emergencia son física y mentalmente exigentes además de difíciles, pero es una labor que se debe llevar a cabo para garantizar el bienestar de quienes lo requieren, no ofrecer apoyo a quien da apoyo es injusto con las víctimas y con los trabajadores, como resultado muchos buscan activamente abandonar sus profesiones.
El personal de emergencia es vulnerable a trastornos psicológicos, tanto a corto como largo plazo, si bien el trabajo de emergencia suele ser gratificante, también se requiere personal resiliente para enfrentar algunas situaciones potencialmente traumáticas.
Algunos de los eventos que son considerados como más estresantes incluyen:
- accidentes que involucran a niños,
- muerte súbita,
- incidentes de masas,
- grandes incendios,
- accidentes de tráfico,
- quemaduras,
- pacientes que fallecen llegando al servicio de urgencia,
- incidentes violentos y
- las escenas de asesinato.
Un estudio publicado en Emergency Medicine Journal por la doctora Katherine Roberts, concluye que, en comparación con otras profesiones de la salud, de lucha contra incendios y técnicos médicos de emergencia, los niveles de estrés y de burnout de estas profesiones son de las más altas.
Más información sobre Blue Light Program
Fuentes y recursos de información
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Smith, A. J., & Roberts, K. (2003). Interventions for post-traumatic stress disorder and psychological distress in emergency ambulance personnel: a review of the literature. Emergency Medicine Journal, 20(1), 75–78. DOI: 10.1136/emj.20.1.75