Un reciente estudio de la Universidad de Montreal revela un vínculo significativo entre la sensibilidad emocional y el riesgo de sufrir ansiedad o depresión en adultos mayores. Específicamente, se centra en el fenómeno del contagio emocional, la capacidad de "contagiarse" de las emociones de quienes nos rodean.
Este estudio encontró que las personas mayores con alta susceptibilidad al contagio emocional presentan una probabilidad entre 8.5 y 10 veces mayor de experimentar síntomas de ansiedad o depresión. Este efecto, a menudo inconsciente, puede ser altamente perjudicial si no se gestiona adecuadamente.
La Sensibilidad Emocional como Factor de Riesgo
El contagio emocional, si bien es un mecanismo fundamental para la empatía y la conexión social, puede convertirse en un desafío para la resiliencia mental, especialmente en entornos comunitarios como residencias de ancianos. Imaginemos a Madeleine y Paul sentados en un banco del parque.
Madeleine relata sus preocupaciones económicas, y sus lágrimas reflejan su angustia. Paul, profundamente conmovido, experimenta una respuesta emocional similar: su corazón se pesa y sus ojos se humedecen. Este es un ejemplo claro de contagio emocional. Como explica Marie-Josée Richer, psicopedagoga del Instituto Universitario de Geriatría de Montreal:
“Así como algunas personas son más propensas a contraer un virus respiratorio a través del contacto cercano, otras son más susceptibles a 'contagiarse' de las emociones de las personas que las rodean”.
Este estudio, publicado en PLOS Mental Health, representa un avance significativo en la comprensión de la salud mental de las personas mayores. Por primera vez, se examina la vulnerabilidad al contagio emocional como un determinante clave del distress psicológico en este grupo de población.
El estudio, co-dirigido por los profesores Pierrich Plusquellec y Sébastien Grenier, destaca la importancia de considerar la sensibilidad al contagio emocional como un factor de riesgo. Plusquellec añade:
"Una persona vulnerable al contagio emocional es especialmente sensible a las emociones de los demás. Es una respuesta adaptativa que ocurre inconscientemente a través de la imitación de expresiones faciales, gestos y posturas, llevando a una convergencia emocional."
Una Mirada a la Vulnerabilidad Emocional
Para evaluar la vulnerabilidad al contagio emocional, los investigadores utilizaron una escala que mide la susceptibilidad a una gama de emociones, incluyendo alegría, amor, ira y miedo. El estudio incluyó a 170 adultos mayores de 55 años, residentes en residencias de ancianos o usuarios de servicios comunitarios, que se enfrentaban a algún tipo de adversidad, ya sea explícita (como un duelo o conflicto familiar) o implícita (vulnerabilidad al contagio emocional). Los participantes fueron divididos en tres grupos según su nivel de distress psicológico: ansiedad, ansiedad y depresión, y ausencia de distress.
El 85% de los participantes fueron mujeres, con edades comprendidas entre los 56 y los 96 años (media de 76.1 años). La mayoría había nacido en Canadá y vivía sola. Los investigadores analizaron la relación entre el distress psicológico y diversos factores, incluyendo la vulnerabilidad al contagio emocional.
La Conexión entre Contagio Emocional, Ansiedad y Depresión
Los resultados revelaron una correlación significativa: los adultos mayores más vulnerables al contagio emocional tenían entre 8.5 y 10 veces más probabilidades de presentar síntomas de ansiedad o depresión que aquellos con menor vulnerabilidad.
Este hallazgo fue independiente de otros factores como el apoyo social o las estrategias de afrontamiento. Si bien no se estableció una relación causal, el estudio resalta la importancia de considerar la adversidad explícita e implícita para identificar a las personas mayores con riesgo de distress psicológico.
El estudio no solo evidencia la relevancia del contagio emocional en la salud mental de las personas mayores sino que también abre nuevas vías para la intervención. Se recomienda el desarrollo de herramientas que ayuden a las personas más vulnerables a gestionar mejor su sensibilidad emocional, fortaleciendo así su resiliencia y mejorando su calidad de vida.
Además, se sugieren futuras investigaciones para comprender mejor los moderadores de la vulnerabilidad al contagio emocional y así contribuir a la reducción del distress psicológico en la población de adultos mayores. En definitiva, comprender el papel del contagio emocional es crucial para el desarrollo de estrategias de apoyo y prevención en el ámbito de la salud mental geriátrica.
Fuentes y recursos de información
Richer, M.-J., Grenier, S., & Plusquellec, P. (2024). The contribution of vulnerability to emotional contagion to the expression of psychological distress in older adults. PLOS Mental Health, 1(5), e0000098. DOI: 10.1371/journal.pmen.0000098