Los investigadores de la Universidad de East Angliahan realizado un avance importante sobre en la comprensión de la forma en que nuestros cerebros procesan las sensaciones del sonido y el tacto. El nuevo estudio revela cómo los diferentes sistemas sensoriales del cerebro están estrechamente interconectados, con regiones que responden al tacto también involucradas cuando escuchamos sonidos asociados con tocar objetos (por ejemplo, el sonido de escribir en un teclado o papel aplastante). Se espera que la comprensión de esta área clave de la función cerebral pueda en el futuro ayudar a las personas que son neuro diversas, o con condiciones como la esquizofrenia o la ansiedad.
El estudio fue publicado en la revista Cerebral Cortex revela cómo los diferentes sistemas sensoriales cerebrales están estrechamente interconectados, con regiones que responden al tacto también involucradas cuando escuchamos sonidos específicos asociados con el contacto de objetos.
Estas áreas cerebrales pueden diferenciar entre escuchar sonidos como el rebote de una pelota o el sonido de escribir en un teclado.
El investigador principal del estudio, el Doctor Fraser Smith, de la Escuela de Psicología de la UEA, afirmo al respecto: "Sabemos que cuando escuchamos un sonido familiar, como el rebote de una pelota, esto nos lleva a esperar ver un objeto en particular. Pero lo que hemos encontrado es que también lleva al cerebro a representar lo que podría sentir al tocar e interactuar con ese objeto.
Estas expectativas pueden ayudar al cerebro a procesar la información sensorial de manera más eficiente".
El equipo de investigación empleó un escáner de resonancia magnética para recopilar datos de imágenes cerebrales mientras 10 participantes escuchaban sonidos generados al interactuar con objetos, como rebotar una pelota, llamar a una puerta, aplastar papel o escribir en un teclado.
Usando una técnica de imagen especial llamada Resonancia Magnética Funcional (fMRI), midieron la actividad neuronal en todo el cerebro.
Además, utilizaron sofisticadas técnicas de análisis de aprendizaje automático para probar si la actividad generada en las primeras áreas táctiles del cerebro (corteza somatosensorial primaria) podría distinguir los sonidos generados por diferentes tipos de interacción de objetos (rebotar una pelota o escribir en un teclado).
También realizaron un análisis similar para los sonidos de control, similar a los utilizados en las pruebas de audición, para descartar que cualquier sonido pueda ser discriminado en esta región del cerebro.
La investigadora Kerri Bailey expresó: "Nuestra investigación muestra que partes de nuestros cerebros, que se pensaba que solo respondían cuando tocamos objetos, también están involucradas cuando escuchamos sonidos específicos asociados con tocar objetos.
Esto apoya la idea de que un papel clave de estas áreas del cerebro es predecir lo que podríamos experimentar a continuación, a partir de cualquier flujo sensorial disponible actualmente”.
El Doctor Smith agregó: "Nuestros hallazgos desafían cómo los neurocientíficos tradicionalmente entienden el funcionamiento de las áreas sensoriales del cerebro y demuestran que los diferentes sistemas sensoriales del cerebro están en realidad todos muy interconectados.
Nuestra suposición es que los sonidos proporcionan predicciones para ayudar a nuestra interacción futura con los objetos, en línea con una teoría clave de la función cerebral, llamada Procesamiento Predictivo.
Comprender este mecanismo clave de la función cerebral puede proporcionar información convincente sobre afecciones de salud mental como la esquizofrenia, el autismo o la ansiedad y, además, conducir a desarrollos en la computación inspirada en el cerebro y la IA".
Este estudio fue liderado por la UEA, en colaboración con investigadores de la Universidad de Aix-Marsella (Francia) y la Universidad de Maastricht (Países Bajos).
Fuente:
Este artículo se reproduce según nota de prensa de la Universidad de East Anglia.