El juego de sombras de la competencia femenina

Un nuevo estudio sugiere que las mujeres usan el discurso de preocupación como una táctica para hacer chismes sin ser vistas como egoístas, a la vez que perjudican a las víctimas.

Por: Redacción

Una mujer susurrando al oído de otra mujer
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La investigación ha demostrado que las mujeres utilizan tácticas indirectas, como el cotilleo o chisme, para dañar la reputación de sus rivales del mismo sexo en la competencia intrasexual. Estas conductas actúan como estrategias adaptativas para obtener ventajas sociales y románticas sin los riesgos de una confrontación directa.

Sin embargo, estudios previos sugieren que las mujeres pueden no ser plenamente conscientes de sus motivaciones dañinas al chismear. En este trabajo, Tania A. Reynolds y sus colegas exploraron si las mujeres utilizan la preocupación para enmascarar intenciones negativas en el chisme, y si esta estrategia ofrece ventajas competitivas.

"Me fascina la competencia femenina porque a menudo se pasa por alto en la investigación y el discurso público", explicó Reynolds, profesora asistente de psicología en la Universidad de Nuevo México. "Las mujeres a lo largo de la historia, y aún hoy, han enfrentado incentivos para competir por parejas, recursos y oportunidades".

"Nuestra tendencia a pasar por alto la competencia/agresión femenina puede deberse en parte al uso de tácticas indirectas y sociales, en lugar de confrontaciones directas, agresión física o competitividad manifiesta. Por lo tanto, si queremos documentar la competencia y la agresión femenina, podríamos necesitar idear métodos más ingeniosos para investigar estas tácticas encubiertas".

Cuatro estudios sobre los rumores

Los investigadores realizaron cuatro estudios con 1709 participantes. El primer estudio analizó conversaciones de chismes recientes, evaluando las motivaciones de los participantes mediante dos escalas clave: una subescala de "Influencia Social Negativa" del Cuestionario de Motivaciones para el Cotilleo (Motivations to Gossip Questionnaire), que midió el grado en que el chisme tenía la intención de dañar la reputación del objetivo; y un nuevo conjunto de cuatro ítems que medían las motivaciones basadas en la preocupación. Estos ítems incluían afirmaciones como "Estaba preocupada por lo que estaba sucediendo en la vida del objetivo" y "Quería encontrar una solución para ayudar al objetivo".

En los estudios 2 y 3, los participantes fueron expuestos a escenarios experimentales controlados donde observaron chismes formulados de tres maneras: maliciosamente, neutralmente o con preocupación. El contenido del chisme era el mismo en todas las condiciones, pero la formulación variaba para probar su impacto en las percepciones del chismoso y del objetivo. Tras leer el chisme, los participantes calificaron al chismoso y al objetivo utilizando varias medidas, incluyendo escalas de confianza y deseabilidad interpersonal. Los participantes masculinos también evaluaron la deseabilidad romántica.

El estudio 4 exploró si la dinámica social del rumor observada en los estudios anteriores se manifestaba en interacciones cara a cara. 275 participantes universitarios fueron emparejados con dos confederadas para realizar una tarea de resolución de rompecabezas. Una confederada (la chismosa) interactuaba con el participante mientras la otra (el objetivo) estaba en otra habitación. La chismosa iniciaba una conversación sobre el objetivo ausente, utilizando un rumor formulado de manera maliciosa, neutral o con preocupación. Posteriormente, el participante interactuaba con el objetivo y evaluaba a ambas mujeres.

Los resultados de los cuatro estudios mostraron consistentemente que el cotilleo enmarcado como preocupación proporcionaba ventajas sociales y románticas a la murmuradora, mientras seguía dañando la reputación del objetivo, particularmente en contextos románticos. En el estudio 1, las mujeres fueron más propensas que los hombres a reportar que sus chismes estaban motivados por la preocupación, en lugar del deseo de dañar la reputación del objetivo, especialmente cuando chismeaban sobre compañeras del mismo sexo.

Los estudios 2 y 3 demostraron que las rumoradoras que expresaban preocupación eran percibidas como más confiables, agradables y deseables como parejas sociales y románticas que aquellas que compartían el mismo chisme de manera neutral o maliciosa.

A pesar de esto, el chisme aún tuvo efectos negativos en los objetivos, particularmente en contextos románticos. Los participantes masculinos calificaron a los objetivos femeninos como parejas románticas menos deseables cuando escucharon rumores basados en la preocupación, indicando que incluso el chisme benevolentemente formulado puede dañar las perspectivas románticas de un objetivo. Sin embargo, el cotilleo enmarcado con preocupación no siempre tuvo un efecto tan fuerte en dañar la deseabilidad interpersonal general del objetivo.

El estudio 4 reforzó estos hallazgos. Incluso cuando el rumor se expresaba con preocupación durante interacciones directas, dañaba la reputación del objetivo, aunque la chismosa seguía beneficiándose de la percepción de ser más confiable y deseable en comparación con las murmuradoras maliciosas.

Más allá del chisme malicioso

Este trabajo demuestra que las mujeres reportaron una mayor preocupación al chismear sobre otras personas ausentes (especialmente sobre compañeras del mismo sexo), y que las manifestaciones de preocupación protegen a las cotilleadoras de las sanciones sociales. Se descubrió una táctica de difusión de chismes que las mujeres usan con más frecuencia y que otorga ventajas sociales competitivas. Las personas que revelan sus chismes con preocupación son preferidas como parejas sociales en comparación con quienes comparten las mismas declaraciones de manera neutral o maliciosa.

Una limitación es el uso de escenarios hipotéticos, que pueden no capturar completamente los matices de las interacciones de la vida real. No obstante, esta investigación destaca el doble efecto del chisme basado en la preocupación: protege a la chismosa de juicios sociales negativos mientras aún daña la reputación del objetivo.

La investigación también sugiere que las mujeres a menudo se sienten más como víctimas del cotilleo que como perpetradoras, lo que indica una posible falta de conciencia de su propio papel en la propagación del chisme, especialmente cuando lo enmarcan como preocupación. Esto permite que eviten sentirse responsables del daño causado.

Finalmente, la investigación proporciona información sobre cómo evitar a quienes podrían dañar nuestra reputación. Si alguien con frecuencia nos revela información personal de otros "por preocupación", debemos ser cautelosos al compartir nuestra propia información con ellos. Aquellos que chismean con nosotros probablemente chismearán sobre nosotros, incluso si utilizan tácticas que no se ajustan a nuestras concepciones limitadas del chisme. Ahora podemos ser más conscientes de reconocer todas las formas de chisme y qué individuos tienden a difundirlo.

Fuentes y recursos de información

Reynolds, T. A., Maner, J. K., & Baumeister, R. F. (2024). Bless her heart: Gossip phrased with concern provides advantages in female intrasexual competition. Journal of Experimental Social Psychology116, 104670–104670. https://doi.org/10.1016/j.jesp.2024.104670

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