¿El castigo una fuerza motivadora más poderosa que las recompensas?

Una investigación concluye que el castigo puede ser una fuerza motivadora de dos a tres veces más poderosa que la recompensa para cambiar el comportamiento.

Por: Carlos Vergara Cano

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¿Qué puede cambiar el comportamiento con mayor eficacia que las recompensas?

Pues al parecer el castigo puede ser más efectivo en el cambio de comportamiento de las personas que las recompensas, según un reciente estudio realizado por investigadores de Washington University y publicado en Journal Cognition (Kubanek et al., 2015).

La investigación comparó el efecto de pérdidas – o castigos – las cuales obtuvieron un impacto de dos a tres veces mayor que las ganancias – o recompensas – en el cambio de comportamiento.

el Dr Jan Kubanek investigador principal explicó:

"…la retroalimentación negativa puede ser más eficaz que la positiva para modificar la conducta. Nuestro estudio demostró que el castigo no tiene que ser duro, ya que al parecer reaccionamos de la misma forma ante cualquier cantidad de realimentación negativa, desde una perspectiva evolutiva, las personas tienden a evitar los castigos o situaciones peligrosas, las recompensas por otro lado, tienen menos impacto sobre la conservación de la vida."

El estudio en si solicitaba realizar una tarea la cual era periódicamente premiada o castigada, consistían en fichas que tenían un valor simbólico entre 5 y 25 centavos, mientras los investigadores observaban como premios y castigos afectaban el comportamiento.

Un grupo de estudiantes escucharon una serie de clics e indicaban si oían más clics en el oído izquierdo o derecho. En otro grupo, observaban flash de luz en una pantalla e indicaban si veían más luces en el lado derecho o izquierdo.

"Nuestro estudio sugiere que la retroalimentación negativa puede ser más eficaz que la retroalimentación positiva para modificar el comportamiento"

Kubanek

Se asignaron al azar el número de estímulos auditivos y visuales a presentar en cada hemisferio con una frecuencia muy próxima entre si, por lo que la tarea resultaba difícil, los estudiantes frecuentemente erraban en las respuestas.

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Cada vez que un estudiante realizaba una elección correcta, los investigadores lo premiaban con una ficha aleatoria de 5, 10, 15, 20 o 25 céntimos pero si erraba el castigo era retirar una de esas fichas.

Como era de esperar cuando recibían una recompensa los estudiantes tendían a repetir la misma elección anterior y repetir la elección fue mayor a medida que el premio aumentaba.

Pero cuando fueron castigados, evitaban firmemente la elección anterior y ahí radica la gran diferencia, entre premio y recompensas, no importaba cuan pequeña fuera la suma perdida, los estudiantes mostraron una tendencia fuerte y consistente a evitar la elección anterior.

Ambos grupos fueron consistentes con la respuesta presentada, no importaba si se trataba de clics o destellos, la reacción fue la misma, lo cual demuestra que el propio estímulo no importaba.

El Dr Kubanek afirmó al respecto: “Objetivamente se podría pensar que ganar 25 centavos tendría el mismo efecto que perderlos, no eso no es lo que encontramos”. El profesor Richard A. Abrams, agrega:

El asunto de cómo las recompensas y los castigos influyen en el comportamiento humano ha sido un tema que ha ocupado a los psicólogos desde hace más de un siglo, la dificultad es diseñar tareas eficaces para investigar este dilema, nosotros empleamos un enfoque simple que revelo grandes diferencias en la manera en la cual las personas responden a diferentes tipos de realimentación.”

Este estudio puede tener interesantes aplicaciones en la comprensión de las conductas de aprendizaje, por ejemplo: ¿pueden los estudiantes aprender mejor si sus profesores premian sus respuestas correctas o si señalan las incorrectas?

Si suponemos que esta investigación es cierta, en algunas situaciones sería mejor reducir el puntaje cuando los estudiantes se equivocan que recompensarlos por sus respuestas correctas, lo cual les ayudaría a evitar cometer el mismo error en el futuro.

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Las perspectivas de los investigadores están en continuar observando cómo los cambios comportamentales en respuesta a las recompensas y castigos están codificadas en el cerebro.

Kubanek se pregunta: “¿las señales neuronales en nuestro cerebro también presentaran discrepancias en cómo reaccionamos ante las recompensas y castigos?... el estudio de los mecanismos neuronales implicados puede ayudarnos a comprender mejor y aliviar trastornos neurológicos en los cuales los procesos asociados van mal probablemente.

Advertencia

Tenga en cuenta sin embargo que la retroalimentación negativa continua tiene efectos que no se miden en este estudio. Para dar un ejemplo: la gente comenzará a odiarlo. Aun así, nos recuerda que un poco de realimentación negativa en ocasiones puede tener un gran impacto cuando se usa con moderación y apropiadamente.

Carlos Vergara Cano

Psicólogo y Administrador en Servicios de Salud graduado en la Universidad de Antioquia, con experiencia en intervención individual y grupal con niños, adultos y familias. Experiencia en investigación cuantitativa, evaluación, diagnóstico e intervención psicológica con niños, adultos y familias. Intervención grupal con niños, adolescentes y padres de familia, Planeación y formulación de Políticas Públicas en Salud