La soledad puede ser saludable y gratificante, pero para algunas personas es intolerable. Este es el caso de quienes padecen Autofobia. Consigue más información sobre este trastorno y sus consecuencias en este artículo.
Hay quienes aprecian la soledad y quienes la evitan. Algunos buscan momentos de paz y reencuentro consigo mismos y, para otros, esto implica una verdadera tortura. Para estos últimos, la soledad es un castigo y la compañía, más que un placer, acaba convirtiéndose en una necesidad. En este caso, estamos lidiando con la autofobia, una enfermedad que nos hace sentir una inmensa ansiedad si nos encontramos solos.
¿Qué te viene a la mente cuando tienes un día libre en tu agenda, sin planes, reuniones o actividades sociales? ¿Ves esto como una oportunidad para descansar y tomarte un tiempo? O, por el contrario, ¿te asustas y te hace ir inmediatamente a buscar a alguien con quien pasar el tiempo? A muchas personas no les gusta estar solas, pero un pequeño porcentaje de este malestar alcanza niveles patológicos.
¿Qué es la autofobia?
El término autofobia significa "miedo a uno mismo". Sin embargo, en este caso, uno no teme a su propia presencia sino a la ausencia de otra persona. En otras palabras, existe una incapacidad para estar solo. Es un trastorno catalogado como fobia específica, por lo que sus síntomas son característicos de este tipo de trastorno:
- Sentir un miedo intenso e irracional de estar solos o enfrentar la idea de estarlo en un futuro próximo.
- La persona evita, por todos los medios, quedarse sola. Si no lo consigue, soporta esta situación con inmensa incomodidad.
- El miedo y la ansiedad son desproporcionados. Incluso terminan afectando el funcionamiento diario del individuo. Así, su vida puede verse afectada social, personal y profesionalmente.
- Los síntomas duran al menos seis meses.
El miedo a estar solo es un sello distintivo de estos tiempos en los que vivimos hiper conectados.
¿Cómo se manifiesta la autofobia?
Además de los síntomas que acabamos de mencionar, específicos de la autofobia, se trata de un trastorno de ansiedad: como tal, se manifiesta en diferentes planos. Por lo tanto, tienden a ocurrir las siguientes condiciones:
A nivel cognitivo, aparecen pensamientos disfuncionales, asociados a estar solo. La persona puede creer que está en peligro y que nadie podrá ayudarla si es necesario. Puede pensar que será atacada, que tendrá un accidente o que morirá. También existe el temor de ser ignorados o rechazados, ya que estas personas suelen tener una gran necesidad de aprobación por parte de los demás.
A nivel fisiológico, surgen síntomas somáticos: taquicardia, palpitaciones, sudoración, mareos y dolores diversos.
Finalmente, a nivel conductual, quienes padecen autofobia evitan la soledad y la huyen cuanto antes y por todos los medios posibles.
¿Cuáles son las causas de la autofobia?
Las causas de la autofobia no están del todo claras y pueden variar según el caso específico. Inicialmente, es común encontrar experiencias pasadas directas en las que la persona experimentó la soledad como una situación peligrosa. Por ejemplo, si sufrió porque no tenía a nadie cerca. También es habitual que el miedo sea provocado por el aprendizaje indirecto, el cual aparece luego de observar a otras personas sufrir las consecuencias negativas de la soledad.
Además, es una enfermedad de nuestro tiempo, aunque no se presente con tanta intensidad. Aunque vivimos en una sociedad individualista y competitiva que nos empuja a ser independientes, también estamos inmersos en una cultura que no promueve la conexión con nosotros mismos.
Estamos acostumbrados a ritmos frenéticos y ambientes demasiado estimulantes. Las nuevas tecnologías y dispositivos electrónicos nos llevan a estar siempre en contacto con otras personas o distraernos con información externa y, por lo tanto, no estamos acostumbrados a escucharnos, a mirarnos o a conocernos.
Estamos tan poco acostumbrados a estar realmente con nosotros mismos que cuando esto sucede podemos sentirnos incómodos. En el caso de la autofobia, esta vergüenza se convierte en miedo real. El origen de esta enfermedad no siempre está claro y se debe considerar el tratamiento psicológico para evitar complicaciones.
Aprender a estar solo es fundamental
Las consecuencias de la autofobia van mucho más allá del malestar y la ansiedad que genera en la persona. La incapacidad de estar solos puede llevarnos a formar relaciones tóxicas y emocionalmente dependientes, además de que también puede dañar nuestros lazos emocionales debido a esta necesidad excesiva o esta demanda constante de compañía.
El principal tratamiento para la autofobia es la exposición real. Es decir, la persona debe exponerse, gradualmente, a situaciones que implican estar solo y aumentar gradualmente el nivel de exigencia.
También es importante reestructurar cognitivamente los pensamientos disfuncionales para reemplazarlos por otros más ajustados y apropiados. Asimismo, puede ser útil que la persona aprenda algunas técnicas de control de activación para reducir la ansiedad.
En conclusión, estar solo es una circunstancia habitual del día a día que debemos ser capaces de tolerar. Pero eso no es todo: la soledad es una maravillosa oportunidad para conectarnos con nosotros mismos y mejorar nuestra salud emocional. Por lo tanto, es interesante aprovechar estos momentos y apreciarlos.