Ananké es el concepto que Freud utiliza en varios de sus trabajos para referirse al “apremio de la vida", significa etimológicamente "el momento de la decisión, el momento del juicio" (del griego: krinomai); y se lo refiere a las situaciones de crisis, entendiendo las crisis como ruptura de un orden, de una aparente homeostasis de la vida en un individuo.
Así la Ananké en su significación mostraba estos momentos de crisis vitales, que forman parte del Ciclo Vital del ser humano. Un momento de crisis ( que puede ser estructurante o desestructurante), es el proceso de embarazo, parto y puerperio.
El acceso a la maternidad y la forma en que esta atraviesa a una pareja, y el inicio de la crianza es abordado por esta especialización la Psicoperinatología.
Cabe aclarar que las intervenciones psicoperinatológicas se adecuan a la singularidad de cada embarazada normal o con enfermedad médica agregada, que se constituye en un embarazo de riesgo; pero también abarca el seno de los equipos médicos y de todos los profesionales que interactúan en un servicio de maternidad, ginecología y neonatología.
A partir de la noción de riesgo se describirán brevemente cuáles son las intervenciones sanitarias interdisciplinarias específicas que desarrollé durante mi trabajo como coordinadora de equipo. Para ello partiremos de unas definiciones que considero de importancia.
El concepto de prevención en perinatología, constituye un modelo de abordaje que es “precoz”, porque se sitúa en la vida del niño desde antes de su nacimiento haciendo bisagra entre la prevención primaria y secundaria, y abarcando a los futuros padres en los tres niveles de prevención (primaria, secundaria y terciaria). Esta última, incluye todos los actos destinados a disminuir la preminencia de las incapacidades crónicas o de las reincidencias en una determinada categoría, y por lo tanto reducir al mínimo las limitaciones funcionales consecutivas a la enfermedad. La prevención terciaria extiende la prevención al terreno de la readaptación y busca favorecer la reinserción profesional y social, siendo determinante en sus efectos sobre la salud, ya sea que se trate del costo financiero o de los inconvenientes que éstos pueden presentar en el plano individual y social de un individuo.
Las condiciones de vida del niño (y en consecuencia de sus padres y específicamente de su madre) son un factor de altísima importancia. Aunque las condiciones de vida no son por sí mismas determinantes, ni verdaderamente etiológicas, sí multiplican la incidencia del riesgo perinatal y crean así una vulnerabilidad extrema.
Intervenciones del Grupo de Trabajo
Este trabajo lo he desarrollado junto a un equipo de profesionales todos Licenciados en Psicología, durante treinta y cinco años, en un hospital de la Ciudad de Buenos Aires (Hospital General de Agudos Carlos G. Durand) a lo largo de los años los cambios que se introdujeron en el espacio médico considero influyeron a los distintos profesionales, solicitándose nuestra intervención interdisciplinaria en distintas situaciones.
Período Prenatal:
En este período las intervenciones de este equipo abarcan:
- Antecedentes obstétricos, abortos espontáneos o provocados; enfermedades asociadas al embarazo de “riesgo”, inmunológicas ( Saf, Lupus, etc.) HIV y embarazo; Cáncer y Embarazo, Diabetes, Hipertensión, Pre eclampsia, Malformaciones Fetales, Trastornos de la Alimentación, Adolescencia y Embarazo, Violación, Abuso, Violencia, etc.
- Antecedentes psiquiátricos (intentos de suicidio, adicciones, psicosis puerperal etc.)
- Entendemos como Antecedentes personales de importancia investigar (familias disociadas, desintegradas, antecedentes de abuso sexual, violación, mujeres o hijas golpeadas, maltrato infantil anterior al actual embarazo, mujeres solas, intentos de abandono o entrega en adopción del bebé por nacer, intervenciones judiciales, hijos bajo protección judicial, niños y adolescentes en situación de calle, promiscuidad, muertes recientes (dentro de los dos años), fallecimiento de la pareja, hijos, padres; antecedentes de malformación fetal en embarazos anteriores, embarazos múltiples; hijos fallecidos por “muerte en cuna”; discapacidades de alguno o ambos de los padres que pueden intervenir desfavorablemente en la crianza del hijo por nacer, embarazadas sin controles médico obstétricos ni orientación psicosocial prenatal, etcétera).
Edad de la madre, número de embarazos, características de cada uno, estado de nutrición, control del embarazo.
Ningún proyecto futuro para el niño que va a nacer ni para su cuidado.
Internación en Sala de Obstetricia:
- Tomar en cuenta las características del período prenatal de acuerdo a varios elementos de riesgo según lo arriba desarrollado.
Nueva investigación durante la internación;
- Parto prematuro e Incubadora en Terapia Neonatal
- Parto vivido como experiencia negativa, rechazo a ver al bebé al nacer.
- Dificultades para el amamantamiento
- Dificultad para iniciar el vínculo con el bebé
- Depresión y psicosis puerperal.
- Descubrimiento de situaciones sociales de alto riesgo para la madre y el hijo,( violencia, negligencia, no tener domicilio fijo).
- Ninguna preparación para la llegada del niño ( cuna, guarda, dificultad para la anticipación y prevención y arbitrar situaciones de cuidado hacia el bebé).
- Angustia e incertidumbre de la madre frente al reconocimiento legal del bebé.
- Salida prematura de la maternidad en contra de la opinión médica.
- Estancia prolongada en la maternidad por razones psicosociales (entrega en adopción, posible venta de bebé, trabajo de equipo interdisciplinario médico psicológico, social y legal para protección del bebé o del bebé y la madre, etcétera).
- Mujer abandonada, deprimida y sus efectos sobre el niño recién nacido.
Ámbitos de inserción del Grupo de Trabajo:
- Sala de internación obstétrica.
- Sala de Neonatología
- Tratamientos ambulatorios
- Grupos de Preparación para el Parto y la Maternidad para mujeres adultas y adolescentes.
- Consultorios Externos
- Psicoprofilaxis Quirúrgica
- Lactancia materna.
Por ello, cada vez que una embarazada presenta una patología orgánica y/o psicológica, se constituye en imprescindible la intervención interdisciplinaria, ante cualquier factor de riesgo potencial o presente para evitar o disminuir la morbimortalidad materno - infantil.
Conclusión
Hoy sabemos a través de estudios tomados de la etología, del psicoanálisis y de los estudios sobre la observación del vínculo inicial madre – bebé, que el momento inicial del amamantamiento está en primer plano en el establecimiento de la relación vincular primaria, pues esta es la primera interacción entre las demandas del bebé y el deseo y la voluntad de la madre por satisfacerla. La mujer que se embaraza está como todo ser humano atravesada por su historia y por esta nueva realidad (gestación) por la que es conmovida en su identidad psíquica y corpórea.
Es por ello que una adecuada intervención del equipo de psicología perinatal, incluye la evaluación del diagnóstico de personalidad, ya que una enfermedad mental previa al embarazo o simultánea a él puede determinar un alto riesgo de desestructuración emocional (caída en la psicosis) producto de los cambios en el embarazo que pueden dar lugar a una importante ruptura en un psiquismo frágilmente mantenido. Frente a este diagnóstico debe integrarse la consulta psiquiátrica y la evaluación de la medicación psicofarmacológica que además del trabajo psicoterapéutico va a ayudar a mantener compensada a la embarazada, y lograr a través del trabajo en equipo que estos objetivos colaboren al mejor futuro de tantas familias.